“No se lo podemos hacer”, fue la respuesta que recibió buena parte de las muchas mujeres que en el último año fueron a un hospital público de la provincia de Buenos Aires a pedir que les realizaran una ligadura de trompas. Pese a que existe una ley nacional que consagra el derecho a solicitar esa intervención, los prejuicios de los médicos, o sus miedos a sufrir una demanda, podían más. Por ese motivo, hoy se firmará en La Plata una resolución que terminará por dar forma definitiva al formulario que deberán firmar quienes soliciten la operación, determinando con exactitud aquello de que estará informado el paciente. De esa forma, librarán de futuros juicios a los cirujanos, que ya no podrán negarse a llevarlas al quirófano.

El ministro de Salud bonaerense, Claudio Mate, afirmó que la medida tiene como meta “bajar el nivel de incertidumbre que se producía en algunos planteles médicos de los hospitales” ante la creciente cantidad de pedidos de ligadura de trompas que se generó en los últimos tiempos. “Como responsables del asunto, no podíamos dejar abierta la realización o no de las operaciones a la subjetividad del director de cada centro de salud”, subrayó Mate a Página/12.

El 7 de septiembre de 2006 se puso en vigencia la ley nacional 26.130, que despenalizó la realización de este tipo de intervenciones y también las de vasectomía en los varones, consagrando el derecho de todas las personas capaces y mayores de edad a acceder a ellas, previo consentimiento informado. Sin embargo, un año después tanto en Buenos Aires como en otras provincias muchos médicos se niegan a realizarlas –sobre todo las ligaduras, ya que de vasectomías no hubo tantas solicitudes– bajo el argumento de que todavía no está claro el respaldo legal.

Según Mate, la resolución que firmará hoy “crea un formulario específico para nuestra provincia, en el que se informa lo que implica la operación y el paciente firma que tiene la voluntad de realizársela con todo el conocimiento necesario”. En ese sentido, el funcionario precisó que “el único artículo que tiene la resolución es la aprobación del formulario, que en los hechos es una especie de pequeño manual con las características de las prácticas en cuestión y las alternativas de anticoncepción menos drásticas que existen”.

Si bien a partir de esta determinación será obligatorio para los hospitales provinciales realizar estas operaciones, previamente se realizará “una profunda charla” con quien las solicite. “En el encuentro de mañana (por hoy) también vamos a conversar con los responsables de los centros de salud, para que ellos establezcan la singularidad de cada caso”, explicó el ministro, ya que “no es lo mismo el pedido de una chica de 21 años que se acaba de pelear con su novio y nunca tuvo hijos que el de una señora que ya tiene varios. En el primer caso, el médico debe actuar como consejero de una forma mucho más puntillosa”.

La anticoncepción quirúrgica en la mujer consiste en ligar con un punto de sutura las trompas de Falopio, que son las que conducen los óvulos desde los ovarios hacia el útero. Según los especialistas, en la mayor parte de los casos es irreversible.