Los investigadores de los atentados con bombas dirigidos al subgerente de la empresa Nestlé Cristian Antonello tienen bajo sospecha a dos personas, una de las cuales tuvo una serie de conflictos laborales con el directivo. El dato surge de las declaraciones y pruebas reunidas hasta ahora por el fiscal de Vicente López John Broyad, que estaría trabajando “sobre una pista firme”, según estimaron las fuentes judiciales consultadas. De todos modos, se aclaró que “todavía no se pidió ninguna detención”.

Broyad investiga el estallido de un libro bomba que ocurrió el miércoles en la sede de Nestlé de Vicente López. El envío estaba a nombre del subgerente de Informática, Cristian Antonello. Sin embargo, el libro fue abierto por el superior inmediato de Antonello, Cosme Venecialle, que casi pierde parte de un dedo.

El fiscal también investiga el segundo atentado, en el domicilio de la ex mujer de Antonello, en General Pacheco, donde el mismo día, por la noche, explotó una bomba casera que rompió un vidrio. El fiscal cree que detrás de los hechos está un ex empleado que tuvo conflictos laborales con Antonello y que antes lo había amenazado.

El primer atentado fue el miércoles antes de las 11, cuando Venecialle abrió el papel celofán de un libro que el día anterior Antonello había recibido y le había regalado. En los videos de las cámaras de seguridad de la empresa se ve que Antonello fue a la planta baja a retirar el sobre, lo abrió y se colocó el libro bajo el brazo, sin sacarle el celofán. Si lo hubiera hecho, habría sufrido heridas de suma gravedad.

La segunda bomba, de poco poder, habría sido dejada por dos personas. El libro bomba, en cambio, tenía un explosivo no identificado todavía que dejó un agujero de 20 por 20 centímetros en el escritorio de Venecialle.