Jueves, 1 de noviembre de 2007 | Hoy
En la construcción, ubicada en el barrio de Belgrano, el martes se derrumbó la pared de un pozo. Detectaron fallas en el apuntalamiento. La Uocra había denunciado falta de medidas de seguridad.
La obra en construcción en el barrio de Belgrano donde el martes murió un obrero y otros tres resultaron heridos como consecuencia de un derrumbe fue clausurada ayer, luego de que allí se realizaran dos inspecciones, las primeras desde el comienzo de las actividades del lugar. Uno de los procedimientos fue ordenado por el gobierno porteño, mientras el otro estuvo a cargo de la Justicia, que investiga el fallecimiento del trabajador. En tanto, la Uocra ratificó que el viernes pasado había pedido una revisión oficial del lugar donde ocurrió la tragedia, porque había detectado irregularidades en las medidas de seguridad.
Justamente la falta de esas medidas de prevención fue uno de los motivos oficiales de la clausura de ayer en el predio de la calle Virrey Arredondo 2424 donde, según fuentes del gobierno de la ciudad, se hallaron fallas, como “falta de apuntalamiento de las medianeras y ausencia de taludes adecuados para contener la tierra” de las paredes de los pozos, que se estaban cavando para emplazar en su interior los cimientos.
Ante esa situación, la Dirección General de Guardia de Auxilio del Ejecutivo porteño cerró el lugar “hasta que se restablezcan las condiciones de seguridad”, algo que –según las fuentes– “por el estado en el que se encontraban no ocurrirá en el corto plazo”. Al respecto, el director general de Protección del Trabajo de la ciudad, Ariel Lieutier, graficó a Página/12 que “había un desmanejo total de parte del director de la obra”.
Por su parte, el Juzgado de Instrucción número dos, a cargo de la investigación por la muerte del obrero, también clausuró la obra por “averiguación de homicidio”, con el objetivo de completar las pericias para verificar las causas precisas del derrumbe. Ese trabajo está a cargo de la División Siniestros de Bomberos.
En tanto, la Uocra remarcó ayer que el viernes pasado había denunciado ante el Ministerio de Producción porteño que “la obra donde después ocurrió esta tragedia presentaba una serie de anomalías y deficiencias en materia de seguridad”, por lo que pedía “una inspección oficial en el lugar, ya que es el gobierno (de la ciudad) quien puede ejercer el poder de policía” en estos lugares.
“Eran muchas las fallas que detectamos, cosas elementales, desde falta de baños, vestuarios y señalización en el acceso al obrador hasta ausencia de equipos de incendio y protección de caída de personas y objetos. Por eso solicitamos al gobierno un control oficial”, resaltaron desde el sindicato de la construcción.
Frente a esto, el ministro de Producción de la ciudad, Enrique Rodríguez, sostuvo que la cartera que dirige carece “de la estructura para responder instantáneamente a cada una de las 400 denuncias” que recibe por día, ya que “no alcanza la cantidad de inspectores que tenemos”. Además, marcó que el pedido de control realizado por la Uocra “no decía en ningún lado que se tratara de una situación de urgencia”.
“Nosotros no podemos hacernos cargo de cómo se construye cada obra en la ciudad; no hay manera de lograrlo. En estos casos hay una responsabilidad de los directores y los dueños de la obra, que son los que están en el día a día y dan las órdenes de lo que se debe ir realizando”, manifestó Rodríguez, en diálogo con este diario. No obstante, el ministro señaló: “Por supuesto que nosotros también tenemos responsabilidad” al respecto.
La obra está a cargo del estudio de arquitectura Esses-Naistat, de los matriculados Gustavo Esses y Ariel Naistat.
El derrumbe se produjo durante la tarde del martes pasado, cuando la pared lateral del pozo donde trabajaban los cuatro trabajadores de la obra se desprendió y cayó sobre ellos. Todos los obreros fueron rescatados, aunque uno de ellos, de 37 años, sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras estaba atrapado. Pese a que pudieron sacarlo con vida, horas después falleció en el Hospital Fernández.
Según las fuentes de la Uocra, el hombre era de origen paraguayo y estaba en el país “con un permiso de residencia temporario”, por lo que se cree que “estaba contratado en condiciones precarias, aunque eso todavía no está confirmado”. Ayer se realizaban los trámites para trasladar el cuerpo hacia su país de origen, luego de que la familia de la víctima así lo solicitara.
Los otros tres trabajadores se encuentran en buen estado, con politraumatismos y continúan en observación en los hospitales Pirovano y Fernández. En tanto, personal de Defensa Civil y Bomberos de la Policía Federal terminaron con los trabajos de apuntalamiento en el lugar del accidente, con el objetivo de evitar nuevos derrumbes en la obra.
El proyecto edilicio donde todo ocurrió estaba habilitado y contaba con un permiso de demolición y obra, que es el que se entrega cuando una empresa constructora presenta un proyecto y se le da vía libre para empezar. Según explicaron desde el gobierno porteño, en el transcurso de la realización de este tipo de edificaciones se otorgan autorizaciones progresivas “a medida que el trabajo avanza”. Como esta iniciativa en particular había empezado hace menos de seis meses, todavía no correspondía entregarle el permiso para la segunda etapa.
Informe: Eugenio Martínez Ruhl.
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