Tres hombres acusados de ser quienes suministraron pastillas de éxtasis a la adolescente de 16 años que murió en septiembre último en el hospital Santojanni fueron detenidos durante la madrugada del domingo en un local bailable de Haedo, con varias dosis de distintas drogas ilegales, según informaron fuentes policiales. Los detenidos, de entre 20 y 30 años, fueron apresados en el boliche Bloody Sound, que funciona dentro del centro comercial Showcenter, el mismo que fue escenario del festejo del cumpleaños de Florencia, la chica de Villa Lugano que mezcló éxtasis y vodka, lo que le causó la muerte, según los análisis toxicológicos.

Los agentes de la División Drogas Peligrosas de la Policía Federal realizaron además un allanamiento en la vivienda de uno de los detenidos, en la calle Colpayo al 200, en San Justo, partido de La Matanza, en donde hallaron “documentación importante para la causa” y dinero en efectivo. Los acusados, al momento de ser detenidos, llevaban consigo doce pastillas de éxtasis, siete envoltorios con clorhidrato de cocaína y dos frascos de una sustancia que sería ketamina, un anestésico veterinario utilizado como alucinógeno.

La causa se inició a partir de una denuncia de los médicos del Santojanni, quienes precisaron a la Policía Federal que la adolescente de Lugano había llegado a ese centro sanitario el 23 de septiembre último con “un cuadro de intoxicación con sustancias químicas”. Los procedimientos ordenados por el juez federal Daniel Rafecas fueron el resultado de varias semanas de “una intensa pesquisa”, en la que se obtuvieron fotografías que “permiten relacionar a uno de los detenidos” con el fallecimiento de Florencia.

Este no fue el primer caso de muertes de jóvenes que mezclaron alcohol y drogas. De hecho, el caso de Mauro Andreatini, un joven de 18 años que fue a una fiesta electrónica en Costanera Norte y terminó internado en el Hospital Fernández, donde murió también por haber mezclado éxtasis y alcohol, fue informado hacia fines de octubre por la familia, pero ocurrió el 9 de septiembre, dos semanas antes que el de Florencia. Mauro era de Villa Pueyrredón y junto a sus amigos había ido a la fiesta Metrodance, en el Centro Costa Salguero. A las 2 de la madrugada sus amigos le perdieron el rastro; a las 4, alguien lo acercó al personal de seguridad del evento, y una hora después un médico del Hospital Fernández avisaba a su familia que él estaba internado ahí. Cuando sus padres llegaron, Mauro había fallecido luego de tres paros cardíacos y un edema pulmonar.

A mediados de octubre, se conoció el caso de Camila, la adolescente de 16 años que murió en la puerta del Instituto Marianista de Caballito, al que concurría. Según relató una de sus compañeras, el chofer del micro que las transportó al festejo le habría vendido una pastilla de éxtasis, que ella habría mezclado con alcohol.