Tras haber permanecido siete días en manos de una banda de secuestradores de uno de los tantos subclanes de la autodenominada autónoma Puntlandia, al noreste del mapa de Somalia, la enfermera argentina de Médicos Sin Fronteras (MSF) Pilar Bauzá Moreno regresó ayer al país. Pasadas las 11.20 descendió por las escaleras del vuelo 6843, de Iberia en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, luego de una breve estadía en España. Apenas pisó tierra argentina se reencontró con sus familiares y amigos. “Le dio pena abandonar su trabajo en el centro nutricional, un trabajo muy necesario allí, le hubiera gustado haber terminado su misión”, contó a Página/12 Aitor Zabalgogeazkoa, director general de MSF-España. La joven acompañada por sus familiares fue trasladada desde el aeropuerto a la casa de sus padres, ubicada en la localidad de Bella Vista, partido de San Miguel, al noroeste del conurbano bonaerense.

La joven argentina junto con la médica española Mercedes García, de 51 años, llegaron en la noche del jueves a la base militar de Torrejón de Ardoz, en las afueras de Madrid. Luego, hasta Buenos Aires, fueron 13 horas desde el despegue en el aeropuerto de Barajas, en la capital española. “Durante el vuelo tratamos de evitar el tema, pero ella nos dijo que la trataron bien, que le dieron de comer”, señaló Zabalgogeazkoa. El vuelo en el que volvió la joven enfermera tuvo un retraso y llegó al menos media hora más tarde de lo previsto, aproximadamente a las 11.22. En el salón VIP la esperaban sus padres, sus cinco hermanos, integrantes de MSF, el canciller Jorge Taiana y el director de Asuntos Consulares del Palacio San Martín, Félix Córdova Moyano.

Los familiares adelantaron a una gran cantidad de periodistas, camarógrafos y fotógrafos que Pilar no iba hablar con la prensa. Así, sus familiares hablaron por ella, mientras la joven voluntaria buscaba eludir la ansiedad periodística. “Todos nos abrazamos y lloramos al verla. Está muy bien. Se la vio muy entera. Estamos muy contentos, ella está feliz y muy serena. Sabemos que la trataron bien y la alimentaron”, relató Matías, uno de los hermanos de Pilar. “Ahora sí vamos a festejar Año Nuevo en familia”, confió el joven.

Laura Calonge, responsable del capítulo Argentina de MSF, fue una de las testigos, en el salón VIP del aeropuerto, del emotivo reencuentro de Pilar con sus familiares: “Se abrazaron todos. Fue muy bonito”, contó. En tanto, Taiana dijo que “es probable” que la joven sea recibida en los próximos días por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada.

El secuestro tuvo lugar en la mañana del 26 de diciembre, mientras Pilar y la médica española se dirigían hacia uno de los centros de nutrición que MSF tiene abiertos en la zona y al que acuden diariamente alrededor de siete mil chicos, según informó la misma ONG de ayuda internacional. Diez hombres armados con rifles de asalto AK-47 Kalashnikov, tres de ellos enmascarados, tomaron por asalto el vehículo en el que viajaban las dos mujeres con parte de los integrantes del equipo de MSF. Las arrastraron hacia Giriso, una comarca montañosa y boscosa a 5 kilómetros de Bosasso, al noreste, casi al extremo del cuerno de Africa.

Pilar, de 25 años y nutricionista egresada de la Universidad Austral, realizaba su primera misión con MSF, que la había llevado en agosto al hambriento y desmembrado país africano, sumergido en graves enfrentamientos armados entre facciones rivales.

“Nosotros tenemos acuerdos con las comunidades locales y las autoridades para evitar esas situaciones y se hagan cargo de nuestra seguridad. En Somalia se quebró ese contrato social”, denunció Zabalgogeazkoa, director general de MSF-España, ONG que lleva adelante 500 proyectos en más de 70 países. Aunque admitió que evaluará si la entidad “cometió algún error”.

La banda armada pidió 250 mil dólares de rescate para su liberación. “MSF no pagó ningún rescate. Hubo una negociación entre los gobiernos de la Argentina y España con las autoridades locales de Somalia para lograr la liberación de las voluntarias, pero no tengo detalles al respecto”, dijo Zabalgogeazkoa. Tanto el canciller Taiana, como su par español, Miguel Angel Moratinos, negaron el pago de rescate algunos. Para Moratinos “los captores buscaban “protagonismo social y político”.

La liberación de las voluntarias de MSF se logró tras una semana de negociaciones entre diplomáticos argentinos, españoles e italianos y autoridades de la región, entre ellas el autodenominado presidente de Puntlandia, Adde Musse. “Estamos muy contentos. Pilar está con su familia y estamos muy satisfechos de haber finalizado y concretado el operativo de rescate”, resaltó el canciller Taiana.

El embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini, relató ayer que cuando estuvo con Pilar señaló que la enfermera de MSF “estaba bien pero apabullada por el despliegue mediático”. Y agregó que Pilar le aseguró que si bien “no fueron fáciles esos ocho días” en que estuvo secuestrada, “dijo que de entrada la habían tratado bien”.

“No fue la primera vez que pasa, porque la acción humanitaria que llevamos a cabo al igual que otras organizaciones sucede, en general, en zonas donde hay conflictos armados. En Afganistán murieron cuatro de nuestros compañeros pero no es muy frecuente este tipo de incidentes. Aunque sabemos que es imposible garantizar que no vuelva a pasar al ciento esta situación, estamos convencidos de que vamos a volver a Somalia”, comentó Zabalgogeazkoa.