“Nosotros hicimos una denuncia y sólo separaron a una persona, los demás siguen en el mismo lugar”, dice Cristina Lescano, de la Cooperativa El Ceibo. Se refiere al supuesto desvío ilegal de materiales reciclables realizado por transportistas, con la connivencia de funcionarios. Como consecuencia de esa denuncia y de un sumario interno en el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, fue separado del cargo, a principios de julio, el coordinador de la Dirección General de Limpieza, Gustavo Vizzolini. Para los denunciantes, la cosa no termina allí, sino que recién empieza, “porque toda la gente que le responde sigue en lugares clave, como la encargada de supervisar a la empresa Cliba”, denuncia Lescano.

Las cooperativas apuntan además contra el director de Higiene Urbana, Eduardo Terreni, quien interinamente se desempeña como subsecretario del área, tras la renuncia de Gustavo Grasso. El otro es Alberto Términe, director general de Limpieza. Terreni es un ex gerente de Manliba, empresa que integró el grupo Macri y manejó el negocio de la basura desde la época de la dictadura. Es el autor del controvertido pliego de licitación que, entre otros cambios, reinstaura el pago por toneladas, en lugar del concepto de área limpia. Esa modificación es cuestionada por las organizaciones ambientalistas y por quienes estuvieron al frente de las últimas gestiones del gobierno porteño, porque dicen que beneficia a las empresas.

Términe, director general de Limpieza, fue gerente de inversiones de la AFJP Siembra y la Justicia le dictó la falta de mérito en una causa por estafa contra jubilados. Fue nominado para este cargo por el renunciado Carlos Tramutola y permaneció en el lugar pese a la salida de su mentor.

En el ministerio dicen que ni Terreni ni Términe cuentan con nombramiento oficial del ministro Juan Pablo Piccardo. Ambos, además, son vecinos en el Village Country de Tortuguitas.