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“La educación sexual tiene que empezar entre los 2 y 3 años, si no se llega tarde. Una nena que sabe decir que no la toquen está mejor protegida contra el abuso sexual infantil que otra que no recibió esa información”, advirtió el sueco Nils Kastberg, director regional para América latina de Unicef. Y agregó: “El machismo glorificado está matando a la región. Los hombres tenemos que empezar a reconocer que somos los responsables de la gran mayoría de la violencia que sufren las mujeres. Son hombres los que consumen pornografía infantil, los turistas sexuales, los abusadores, los traficantes. Al fin y al cabo los hombres somos realmente un problema gravísimo y tenemos que ser parte de la solución”, señaló a Página/12.

Kastberg fue uno de los principales negociadores del Plan de Acción, que se aprobó ayer, poco antes del cierre de la III Cumbre Mundial contra la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes. También participó de un diálogo con líderes religiosos, y los instó a ver qué está pasando en sus iglesias en relación con el abuso sexual infantil. El directivo de Unicef conversó con este diario y puso el acento en el profundo cambio cultural necesario en la sociedad para terminar con las desigualdades entre varones y mujeres, caldo de cultivo de la violencia de género. Sobre las asignaturas pendientes en la Argentina, consideró como un problema “el silencio” frente “a los altos niveles de abuso”. “Al mantener el silencio se está aceptando algo aberrante, romper ese silencio es fundamental”, apuntó.

“En los clubes, en la escuela, en la casa, en la iglesia, en Internet, hablen de este problema”, recalcó.

Ya en la conferencia de prensa, a minutos de la finalización del congreso, Kastberg destacó que “los patrones culturales no deben ser excusa para el abuso sexual” y exhortó a “denunciar” a cualquier comunidad indígena que abuse sexualmente de sus niñas, permita actitudes perversas o violaciones.