“Hay gente que plantea que las mujeres están en los prostíbulos porque quieren. Un pueblo chico como General San Martín permite analizar ciertas cosas. Hace unos años, veías que las mujeres que estaban en el único burdel del pueblo compraban ropa, iban a la peluquería, consumían mucho. Hoy las mujeres que trabajan en el cabaret están siempre en la oficina de Acción Social pidiendo ayuda. Hoy se ve que hay situaciones de explotación. No son chicas de la zona, son del norte, de Formosa y Misiones, fundamentalmente. Se ve que hay rotación”, describe la edil Claudia Moor.

–¿Se hicieron denuncias por trata de personas?

–No, denuncias no hay. La policía hace controles permanentemente. Ayer el comisario me dijo: ustedes me liberan para trabajar, porque hasta ahora estaba avalado el cabaret por el municipio.