SOCIEDAD
Mucha fama y muy pocas donaciones
Hace una semana, cuando comenzaban a conocerse los casos de desnutrición, los especialistas la encuadraban dentro de un cuadro más general, y hablaban de sociopatía. Uno de esos especialistas era Juan Mesaguer, el jefe de la red de Centros Asistenciales Primarios de esa provincia. Ayer el mismo médico se sorprendía por otro de los emergentes de ese estado: las donaciones que recibieron los chicos internados: “Pablo fue tapa de todos los días, ¿y qué recibió? Prácticamente nada”.
Pablo Gómez, el hermano de María Rosa Gómez, la niña de seis años que murió hace una semana, recibió exactamente tres donaciones: “Un cheque de 50 pesos de alguien de Pinamar, unos paquetes de arroz y otros de fideos”, dice Mesaguer. El médico y los que están alrededor están convencidos de que hace años se hubiesen encontrado tapados de cargamento.
Pablo está alojado en el Hospital de Niños del Niño Jesús, a cargo de Lorenzo Marcos. Con él hay otros nueve chicos internados en estado crítico. Desde hace algunos días el hospital recibió distintos llamados preguntando por la situación y ofreciendo apoyo de la gente común. Entre los interesados apareció un empresario cuyo nombre está en reserva que hizo un depósito para el alquiler de un piso en la Clínica Trinidad. En ese lugar atenderán los casos que vayan apareciendo en los próximos días. En ese sentido, también se habilitaron más espacios dentro del Hospital de Niños para recibir emergencias. Fuera de la capital de la provincia, cerca de Concepción, se está preparando, en cambio, una casa especial pensada como una “clínica de engorde”. Hacia allí serán trasladados los casos más graves o quienes no sólo están desnutridos sino que tienen otra patología de tipo infeccioso.