“Redujimos el monto del contrato para este año en 42 millones de pesos, y lo vamos a seguir bajando”, dijo a Página/12 el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli. Asegura que lo hizo apenas asumió, tras una dura negociación con las empresas, al admitir que se les habían reconocido a las empresas redeterminaciones de precios, pese a que habían tenido ganancias extraordinarias, como publicó Página/12 el 17 de marzo. Según una investigación del diputado Martín Hourest (Igualdad Social), en cinco años las empresas fueron beneficiadas con ocho redeterminaciones de precios, con lo que el costo del servicio de higiene urbana casi se cuadruplicó. Los ajustes de precios se otorgaron pese a que los balances de las empresas daban cuenta de ganancias superiores a las previstas al comienzo de la licitación. “El contrato se les terminó, ya ganaron lo que tenían que ganar, ahora tienen que ajustar los precios porque el presupuesto para este año es de 1050 millones de pesos y yo no tengo más plata que ésa”, concluyó Santilli. El contrato de recolección de residuos es el más oneroso del Gobierno de la Ciudad. En agosto de 2004 se aprobó la última licitación para cinco zonas, por cuatro años. El 20 de febrero de 2005 comenzó la prestación. Ese año, el gasto en higiene urbana representaba el 6,2 por ciento del presupuesto de la ciudad. Cuatro años después, en 2008, trepó al 7,1 por ciento y las proyecciones para este año lo llevan por encima.