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El claro que ayer a las siete de la tarde se formó en el cielo de Florianópolis fue una noticia de ésas para los turistas que pasan vacaciones en la isla. Los últimos dos días la lluvia fue intermitente y el mal tiempo empañó los proyectos de playa. Marcelo Esturión y su novia María José ayer caminaban por el shopping de Beiramar mirando los precios que alguna vez resultaron una ganga para los argentinos. Habían optado por lo más seguro a la hora de sortear una segunda jornada de agua. “Lo terrible de esta temporada es que te tenés que controlar; antes, me acuerdo, nos veníamos a comprar una que otra cosita”, dice ella, con las gafas puestas aún bajo las dicroicas. Los pronósticos del tiempo daban mal hasta ayer cuando se produjo un cese de la lluvia, que había llegado a ser torrencial durante la siesta. “E normal no carnaval chover, assim como acontece no revellion, mais logo passa”, dice Carminha, una chica de voz infantil que vive desde que nació en Ponta das Canas. “Es el viento del sur que viene de la Argentina el que trajo la tormenta”, asegura, sin ironías.