Según consignó el investigador mexicano Luis Astorga en Seguridad, Traficantes y Militares, Los Zetas son una organización fundada por militares que ingresaron en 1996 al área de Coordinación de Operaciones de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud (Feads). Fueron enviados a Tamaulipas, hoy una de las zonas más violentas de México, y 40 de ellos desertaron entre 1999 y 2001. Primero trabajaron para el traficante Osiel Cárdenas y se independizaron luego. “Tienen una larga experiencia en el trato con políticos, policías y militares”, escribió Astorga, para quien, en términos organizativos, Los Zetas tienen aspectos en común con la mafia italiana.

Desde el gobierno mexicano aseguraron que los integrantes originales fueron entrenados en la Escuela de las Américas y diversificaron sus negocios, incluyendo el secuestro extorsivo a empresarios de Tamaulipas. El grupo se caracterizó por los asesinatos sanguinarios en pos de ocupar nuevas plazas cerca de la frontera con Estados Unidos, principal consumidor de drogas ilegales del mundo.

El sábado pasado, un grupo paramilitar llamado Mata Zetas hizo su presentación oficial, advirtiendo que piensa dedicarse a eliminar exclusivamente a miembros de Los Zetas. El vocero, enmascarado, contó en una conferencia de prensa: “Somos guerreros anónimos, sin rostro, pero orgullosamente mexicanos. Somos el brazo armado del pueblo”. Ayer, se adjudicaron el asesinato de 35 supuestos narcos en Veracruz la semana pasada.