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El GTA 5 transcurre en la ciudad de Los Santos, un lugar para transitar en auto. En el juego es obligatorio usar vehículos. Cuando no se los tiene, es imperativo conseguirlos a fuerza de lo que sea: robarlos, matar a quien los maneja, pisar a los que se resisten. Los semáforos en rojo son apenas un adorno y cuando hay un peatón, lo habitual es que, en vez de frenar, los protagonistas aceleren.

Se puede jugar en la piel de tres personajes: Michael, Trevor y Franklin. Michael es un ladrón de bancos retirado que logró un buen pasar económico. Está casado y tiene dos hijos. Trevor robaba bancos con Michael. Fue piloto militar y es un descontrolado, que se maneja por impulsos y los imperativos que le marcan el consumo de alcohol y drogas. Franklin trabaja para un traficante de autos y se ocupa de “recuperarlos” cuando los clientes no pagan.

El juego ofrece diferentes misiones para llevar a cabo: atracar un blindado, robar un banco, matar a un abogado, por ejemplo. Si se cumplen, se puede ganar plata y pasar a un nivel mejor. Esto permite acceder a más armas, mejores vehículos, casas más grandes, posibilidad de “tunear” los autos.

En una misión, por ejemplo, Trevor picanea a un hombre, atado en una silla. Un compañero, que habla por teléfono a un costado le dice:

–Necesitamos que mantenga un mínimo de coherencia. No lo mates.

–¿Has visto su cara cuando le he hecho eso? –dice Trevor, después de aplicarle picana. Y mientras se prepara para el próximo método de tortura dice: “Cómo vamos a saber si los datos son buenos si no han sido obtenidos bajo presión”. Entonces, toma una llave inglesa enorme y le rompe las rodillas. Después tira la silla al piso. Le pone un trapo en la cara y le echa litros de agua en la boca. El hombre está a punto de ahogarse.

–Sé que es legal, pero podría ahogarse –dice el compañero de Trevor.

Entonces, Trevor levanta la silla y como el hombre está desmayado lo golpea para que despierte. Después toma una pinza y le arranca una muela. Todo lo monitorea con una computadora que mide sus signos vitales.

Los gamers, que están encantados con el juego, filman sus partidas y las comparten en YouTube.

En la actual versión hay también venta de personas. Un gamer sube su partida y relata: “Este día vamos a conseguir personas con Trevor y vamos a ir a venderlos a la secta”. Dice que va a levantar a “un blanco, un mimo, un hippie y una prosti” (vale aclarar que las mujeres del GTA 5 son todas “prostis”, “putas” o “locas”). Entonces roba una camioneta. En el camino choca de todo, gente, autos, lo que se le cruce. Llega a una playa y hay hombres haciendo gimnasia. Golpea a uno, portando una ametralladora, y se lo lleva. Más adelante, aparece un auto de policía y lo hace explotar.

En vez del mimo lleva al policía a bordo, subiéndolo a balazos. Como en el viaje la gente se le de- saparece, al final se encuentra al costado de la ruta con un tipo atado en un poste en calzoncillos por una despedida de soltero. Lo suelta y se lo lleva al lugar donde supuestamente lo comprarán.