SOCIEDAD
Ultimas horas de Leyla
La historia oficial del crimen aún tiene puntos irresueltos. La jueza María del Carmen Bravo logró rearmar las últimas horas de Leyla Bshier, situar allí a los hombres del poder político y vincular el boliche donde estuvo como uno de los sitios de distribución de drogas. Pero aún no sabe dónde fue la fiesta de sexo, poder y drogas. Su hipótesis forma parte del auto de procesamiento contra los 25 detenidos que formaron parte de la cadena de crimen, encubrimiento y muerte de Patricia Villalba, una de los testigos de aquel asesinato.
El relato de las últimas horas de Leyla, el 16 de enero de 2003, empieza así: “Habría llegado a bordo de una camioneta blanca doble cabina, caja descubierta, conducida por una persona del sexo masculino que se lo sindica como chofer de Anauate”. Un testigo ayuda a describirlo: “Era alto, morocho, medio canoso, pelo corto, morrudo, barba tipo candado”. En la camioneta había “otras cuatro personas del sexo femenino y otro individuo del sexo masculino”. Leyla permaneció en el local bailable más de una hora y media. “No se ha podido precisar el horario, pero se sabe que era la madrugada del día 16 de enero.” En la ciudad de Santiago o en localidades vecinas, a Leyla, “aparentemente Patricio Llugdar y otras personas no individualizadas a la fecha, procedieron a hacerla consumir cocaína en dosis tóxicas según surge del informe emitido por la Policía Federal Argentina”.
Cristina Juárez, su amiga, había estaba con ella. Tiempo después, según la resolución, Musa Azar manda pedir una foto de la joven amiga de Leyla: para los investigadores sería la próxima muerta.