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Los familiares de la veterinaria Celia González Carman y de su hijita Vanina Rosales, las dos víctimas del accidente provocado por Sebastián Cabello en 1999, repudiaron el fallo que redujo la condena y permitió la liberación del joven y acusaron a los jueces de haber recibido “coimas” para favorecerlo. Tras conocer la resolución de la Cámara de Casación, Sara González Carman, madre y abuela de las víctimas, calificó a los magistrados como “unos hijos de la gran... ya saben qué”. “Estoy segura de que esto ha sido por coima porque le han puesto mucha plata a los jueces encima, si no, no lo entiendo”, denunció la mujer, que calificó a Cabello como “un asesino, un criminal al que dejan libre”. Y afirmó que si Dios le da fuerza seguirá “peleando” por justicia con una posible apelación a la Corte Suprema. También Sergio Rosales, cónyuge de Celia y padre de Vanina, acusó a los jueces de haber recibido “coimas”. “Yo tenía entendido que estos jueces eran de mano dura. Pero hubo un hecho anterior, por la venta de autopartes, con estos jueces, se corrían rumores de coimas. Así que creo que acá ocurrió lo mismo”, declaró.