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Daniel “Tractorcito” Cabrera quería ser juzgado por la fuga del Departamento Central, porque la pena que le podía tocar es baja –el máximo es un año– y porque pretendía que un tribunal federal, en este caso el Oral 6, unificara la decena de causas que tiene por robos a bancos y por otra evasión del penal de Villa Devoto. Cabrera prefiere seguir en una cárcel federal y no ser llevado a una prisión bonaerense, cosa que ocurriría si la unificación la hiciera un juzgado provincial. Como nunca cometió ningún homicidio, los defensores de Cabrera sostienen que la pena unificada “no puede ser mayor a los 25 años”. En consecuencia, estaría en condiciones de lograr salidas transitorias para trabajar y estudiar.
“Con los años que estuve preso, más el cómputo del dos por uno, tengo la posibilidad de las salidas, aunque sé que si me otorgan ese beneficio se va a armar un gran revuelo por portación de apellido”, le dijo Cabrera a Página/12. El Servicio Penitenciario Federal lo tiene bien calificado, en concepto y conducta, ya que tiene “8 y 9”, según consta en la planilla de la Unidad 1 de Ezeiza. Tractorcito aprendió a leer y a escribir en un instituto de menores, terminó el secundario en Devoto, pero después, en forma inexplicable, “se extravió el analítico” y tuvo que cursar todo de nuevo. Ahora quiere estudiar Derecho y ser “un hombre de bien, para vivir con mi hijo menor”, que tiene 4 años.