SOCIEDAD
Un gas tóxico, irritante y corrosivo
El amoníaco (NH3) es un gas incoloro, de olor desagradable, poco menos denso que el aire. Se considera tóxico por inhalación y los vapores producen irritación en los ojos y complicaciones en las vías respiratorias, como un edema pulmonar. Según sus características físicoquímicas, es muy irritante y corrosivo en contacto con las mucosas. Además, la respiración de los gases que contengan NH3 provoca el aumento de la presión sanguínea, y una exposición duradera podría llegar a causar la muerte. Lo mismo sucede con la disolución acuosa concentrada si es que ingiere por error.
El amoníaco se conoció como refrigerante en 1860, cuando el francés Ferdinand Carré patentó un sistema de refrigeración que utilizaba este producto químico. Así, hace más de 120 años que se utiliza en fábricas que trabajan con cámaras de refrigeración.