El caso Bragagnolo ya produce cruces con munición gruesa. Tras la última junta médica, el perito de algunos de los jóvenes, Gustavo Burstyn, le informó al abogado de los adolescentes los pormenores de la polémica entre los especialistas. A raíz de ese relato, el abogado Carlos Broitman se quejó porque no se había hecho ningún acta de aquella primera junta y por otros hechos ocurridos en el encuentro de peritos que, según consideró, afectaban a sus defendidos. La jueza María Teresa Salgueiro denunció entonces al perito Burstyn por violar la confidencialidad y pidió que otro juez determine si Burstyn incurrió en un delito. También habría denunciado a Broitman en el Colegio de Abogados. Varios penalistas consultados por este diario consideraron que la redacción de un acta no era necesaria porque la junta médica no terminó y recién hoy se realizarán las conclusiones. Pero también coincidieron en que –de ser cierta– la reacción de la jueza fue desproporcionada ya que el perito Burstyn no salió públicamente a ventilar lo ocurrido en la junta médica sino que le transmitió la información al abogado que lo contrató y éste expuso sus posturas en la causa judicial, no en otro ámbito. El rumor es que los abogados de los jóvenes preparan una denuncia penal contra la jueza.