Diez minutos antes del careo, algunos pudieron ver al fiscal oficial Diego Molina Pico trinando contra lo que ya se puede caratular como la fiscalía disidente. Motivo: el fd (fiscal disidente) Jorge Apolo había pedido el careo entre el testigo clave de la acusación (Biasi) y su ex coequiper (Cachi). Momentos antes, el fo (fiscal oficial) MP había intentado anular una pregunta del fd Diego Grau sin éxito. La jueza María Etcheverry admitió la pregunta y MP hizo violín en bolsa. Pero después llegó el pedido de careo. Las declaraciones de Cachi eran obvias contradicciones con las de Biasi. Entre ellas, Biasi había visto un patrullero y Cachi no, Biasi había ordenado el código azul y Cachi no lo recordaba. Pero la defensa estaba enredada en sus pedidos de constancia en actas, y la querella en recibir papelitos de las amigas de Carrascosa con preguntas sopladas, entre ellas, si el guante usado por Biasi era izquierdo o derecho (la mejor manera de dejar de hablar del motivo de existencia de ese guante, o sea, los tres agujeros). Lo curioso es que el pedido de careo lo hizo la fiscalía. En off, un fd aceptó a este cronista las disidencias pero aclaró, razonablemente, que el deber de un fiscal es la verdad. N. del R.: o sea, a un equipo lo pelotean todo el partido, merecen perder pero no pueden y, en el último minuto, el arquero dice ma sí y la mete adentro.