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Razones de una pista equivocada

La incógnita sobre la tardía reacción policial después de los dos primeros crímenes en Virginia Tech quedó develada parcialmente ayer: Según el New York Times, después de los balazos que provocaron la muerte de una joven estudiante, en su habitación, y de un encargado del edificio, a las 7.15 de la mañana, la policía buscaba al novio de la víctima. Es que a falta de testigos presenciales, una compañera de la chica muerta le contó a la policía que sabía que el novio tenía armas en su casa de campo. Hasta allí fue la policía, orientando la pesquisa hacia un probable crimen pasional.

Mientras tanto, el estudiante Cho Sung-Hui había ido a preparar su encomienda con los videos, fotos y mensajes escritos que enviaría por correo a la NBC. El sello postal indica que fue despachado en Blacksburg el lunes a las 9.01, una hora y media después del primer ataque y menos de media hora antes del segundo.

Dos horas después del primer ataque, el homicida reapareció en el edificio Norris Hall, donde disparó contra estudiantes y docentes que ya estaban en clase. La policía, que a esa altura interrogaba al novio de la primera víctima, dejó de hacerlo al enterarse de que la masacre había continuado.

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