La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos –a la vez que recomienda las lámparas de bajo consumo por sobre las convencionales–- recomienda el siguiente procedimiento, en caso de rotura de una lámpara, para evitar efectos tóxicos del mercurio:

“Abra una ventana y abandone la habitación por 15 minutos. Luego, recoja cuidadosamente los fragmentos y el polvo con un cartón o cartulina y colóquelos en una bolsa plástica cerrada. Utilice, si los tiene, guantes de goma descartables; en todo caso, no use las manos desnudas. Después, limpie el área con papel tisú húmedo y coloque éste en la bolsa. No use aspiradora, cepillo o escoba. Ponga la bolsa plástica en otra bolsa cerrada y déjela en el contenedor de basura (algunos estados norteamericanos prohíben esto y exigen llevar estos residuos a un centro de reciclado). Lave sus manos. Si la lámpara se rompió sobre una alfombra, retire los restos sin usar aspiradora. Puede utilizar cinta adhesiva para levantar las piezas pequeñas y el polvo. Si es necesario, después de haber retirado todos los materiales visibles, puede aspirar el área; retire luego la bolsa de la aspiradora, o los residuos contenidos en ella, y póngalos en bolsas de plástico cerradas.”