Aunque el agravamiento del conflicto del gobierno con el sector agropecuario desvela al ex presidente, uno de sus colaboradores aseguró que continuará con un bajo perfil y se dedicará la próxima semana a "planificar reuniones partidarias" para "culminar el armando de las diferentes estructuras".

Sin embargo, aunque no lo admiten públicamente cerca del ex presidente, se sabe que Kirchner seguirá de cerca las movilizaciones que jóvenes k y piqueteros oficialistas tienen previsto lanzar los próximos días en repudio a la continuidad del paro del sector agropecuario. "Tenemos que hacer algunos arreglos para acondicionar las oficinas", dijeron las fuentes que confirmaron que Kirchner finalmente, se instalará en la sede de la calle Matheu 130, restaurada en los años '90 por el ex presidente Carlos Menem.

El apoderado nacional del PJ, Jorge Landau, confirmó que el ex presidente ya tomó días atrás "posesión legal" del partido a través de la firma de un acta de traspaso de mando ante el ex interventor Ramón Ruiz y la jueza electoral, María Servini de Cubría: "Ahora falta conocer las situación interna, funcional" del partido, agregaron colaboradores cercanos a Kirchner.

El lunes, el ex gobernador santacruceño ya se pondría en contacto con el apoderado del partido para comenzar a darle su "impronta" al partido fundado por Juan Perón. Entre otras cosas, está previsto que ponga en funciones las distintas comisiones, secretarías y demás organismos partidarios. Se estima que recién la otra semana comenzará el desfile de los 74 dirigentes peronistas que eligió para que lo acompañen en la mesa de conducción del Consejo nacional del PJ.

También, comenzará a partir del lunes a definir una agenda de actos por el interior del país, el conurbano y barrios porteños, como prometió a gobernadores, intendentes y a jóvenes de la agrupación "La Cámpora", en la que milita su hijo Máximo.

Asimismo, fuentes revelaron a Dyn que Kirchner se mostró muy enojado con los sectores gremiales que empañaron el acto de su asunción el pasado miércoles en la cancha de Almagro, cuando camioneros y obreros de la construcción se trenzaron a palazos y botellazos mientras cerraba el acto la presidenta Cristina Kirchner."No van a ir más a ningún acto, hasta que no se arreglen entre ellos", fue la orden que dio Kirchner al líder camionero y su vicepresidente segundo en el PJ, Hugo Moyano.