El Programa anunciado ayer por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner contempla la creación de un fondo especial "solventado por aportes que igualen a los montos que superen el nivel del 35 por ciento dispuesto a fines de 2007" para la soja.

El decreto establece que el dinero será destinado "conforme los porcentajes que se detallan a continuación: Hospitales públicos y centros de salud, 60 por ciento; viviendas populares urbanas o rurales, 20 por ciento; y caminos rurales, 20 por ciento".

La medida también dispone que "la ejecución de las obras correspondientes se realizará en forma descentralizada mediante la suscripción de convenios con las respectivas provincias y/o municipios del lugar donde se ubiquen".

Se instruye al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para que realice "las adecuaciones presupuestarias de rigor para la efectiva constitución y funcionamiento" del Programa.

Según consta en el artículo 3 del decreto, la administración del Programa de Redistribución Social se encontrará a cargo, en forma conjunta, de la ministra de Salud, Graciela Ocaña; el ministro de Economía y Producción, Carlos Fernández; y el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido.

El esquema de retenciones móviles se puso en marcha el 11 de marzo pasado y hasta ese momento la alícuota vigente era del 35 por ciento.

Si bien el anuncio original abarcó también a modificaciones en la tasa que se cobra por derecho a exportación del trigo, maíz y el girasol, el nuevo fondo creado se nutrirá tan sólo de "los derechos de exportación de las distintas variedades de soja".

En base a los valores actuales vigentes para la soja, la alícuota que cobra el fisco por tonelada ronda el 40 por ciento.

En ese orden, la expectativa de recaudación está fijada en 800 millones de dólares para 2008 y 1.300 millones para 2009.

El texto del decreto indica que entre los fundamentos de la medida se encuentra el hecho de que "los precios de referencia mundiales para casi todos los productos agrícolas se encuentran en niveles récords, así como el valor del barril de petróleo".

Explica que la situación de los precios internacionales presenta para la Argentina "una oportunidad, al fortalecer la demanda externa de nuestros productos; y un riesgo, pues el fortalecimiento de la demanda interna por mayor poder adquisitivo estimula la remarcación de precios".