El canciller dijo hoy en rueda de prensa, recogida por el diario cochabambino Los Tiempos, que la solicitud será traducida al inglés y enviada al gobierno estadounidense.

Ambos ex funcionarios enfrentan un juicio en Bolivia por "genocidio y violación a los derechos humanos" por la violenta represión a un levantamiento popular en octubre del 2003 que dejó un saldo de 67 muertos y más de 400 heridos, y obligó a renunciar al gobierno de Sánchez de Lozada.

El ex mandatario y millonario empresario minero que debió refugiarse en Miami, junto a varios de sus ministros, residió muchos años en Estados Unidos antes de asumir la primera magistratura de Bolivia, por lo que tiene pasaporte norteamericano y residencia legal en ese país.

"Estamos insatisfechos con la explicación. Parece que el embajador (estadounidense en La Paz, Philip Goldberg) no conocía el caso y no tiene toda la información", declaró Choquehuanca después de la reunión con el diplomático, tras conocerse que Washington había concedido asilo político a Berzaín el 1 de mayo de 2007.

La carta de aprobación del pedido de asilo político del ex ministro de Defensa boliviano fue firmada por Erich Cauller, director de la oficina de asilos de Miami, según informó hoy el embajador boliviano en Washington, Gustavo Guzmán.

El diplomático también señaló que el asilo fue aprobado cuando Sánchez de Berzaín argumentó, en un documento de "Pruebas", que organizaciones de narcotraficantes "están prosperando (en Bolivia) bajo el fuerte apoyo público de (el presidente) Evo (Morales) a la producción de coca ilegal".

Por ese motivo, el embajador boliviano afirmó que el gobierno norteamericano hizo suyos los argumentos presentados por Sánchez Berzaín, y reclamó que se pida explicaciones, en primer lugar, a Goldberg, su par estadounidense en La Paz, informó la agencia de noticias alemana DPA.

"El gobierno del señor (George W.) Bush le ha otorgado asilo político a un individuo que acusa al gobierno del presidente Morales de apoyar y promover el narcotráfico y organizaciones criminales de cocaína. Esto es algo que el gobierno del presidente Bush debe aclarar", agregó la declaración firmada por el diplomático Guzmán.

Ayer lunes, 20.000 manifestantes de El Alto, ciudad vecina a La Paz, que sufrió el grueso de la represión de octubre de 2003, marcharon sobre la embajada de Estados Unidos en La Paz y algunos grupos le arrojaron piedras y pequeños cartuchos de dinamita por lo que fueron reprimidos con gases y camiones hidrantes por la policía que custodiaba esa sede diplomática.

El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, aseguró hoy que los manifestantes alteños marcharon "pidiendo justicia", pero se toparon con un operativo policial "que no fue bien planificado", ya que generó incidentes causados por un "puñado" de civiles que "no representa a El Alto".

Por ese motivo, el ministro anunció el relevo del comandante de policía paceña, coronel Víctor Hugo Escóbar, y nombró en su lugar a Raúl Mantilla, informó el diario local La Prensa. "Observé la poca eficiencia en cuanto se refiere al control", dijo al precisar que debía usarse la disuasión y no gasificar.

"Se hizo una evaluación y en función de ello es que también ha habido una renovación de algunos comandos departamentales", agregó.