"Es necesario que actuemos", indico Paulson anoche al dar a conocer la medida, y agregó que sin una depuración del golpeado mercado inmobiliario del país "toda nuestra economía y nuestros mercados no podrían recuperarse".

Paulson adelantó que un administrador nombrado por el Estado se hará cargo de dirigir los gigantes bancarios a través de una especie de tutela ("conservatorship"), en cumplimiento de la decisión del gobierno estadounidense de evitar una crisis del mercado financiero del país, según señala la agencia DPA.

El Tesoro comprará hasta 100.000 millones de dólares en acciones preferenciales en cada compañía. La Agencia Federal para la Financiación de la Vivienda (FHFA) se hará cargo de la tutela de ambas empresas, reemplazará a sus ejecutivos en jefe y eliminará sus dividendos.

Bush señaló que Freddie Mae y Fannie Mac no podrían "continuar operando de manera segura y sólida" sin una intervención del gobierno. Sin la participación estatal plantearían "un riesgo inaceptable para el sistema financiero más amplio y nuestra economía".

A través de un comunicado, el presidente Bush aseguró que "poner a estas compañías en sólido equilibrio financiero y reformar sus prácticas empresariales es crítico para la salud de nuestro sistema financiero y para lograr mayores avances en la corrección del mercado inmobiliario, que actualmente está pesando muy fuerte en nuestra economía".

En el comunicado se destaca que las medidas son "temporales", pero destinadas a conseguir un cambio permanente en la forma en que ambas compañías realizan negocios. Es "crucial que no vuelvan a plantear riesgos similares para nuestra economía y nuestro sistema financiero".