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El embajador de Israel, Daniel Gazit, debió ser retirado con custodia policial que lo hizo ingresar en la sede del gobierno porteño, informaron voceros de la comunidad.

Según la Agencia Judía de Noticias (AJN), el acto debió ser interrumpido por 30 minutos.

La Policía Federal informó que cinco personas, cuatro hombres y una mujer, todos mayores de edad, fueron detenidas por personal de la Brigada de Investigaciones de Conductas Discriminatorias de esa fuerza.

La AJN dijo, por su parte, que un policía y dos jóvenes de la organización resultaron con lesiones y fueron atendidos por el SAME, pero la policía negó que hubiese heridos entre los asistentes.

La fuerza de seguridad, en cambio, confirmó que uno de sus efectivos sufrió traumatismos "en el dorso y la espalda" y fue llevado al Hospital Churruca.

Según la misma fuente, los agresores fueron unas 20 personas que se identificaban con pancartas y panfletos del "Frente de Acción Revolucionaria", un grupo autoproclamado "antisionista".

El secretario general de la AMIA, Julio Schlosser, interpretó que el lugar del acto era "una zona liberada, sin ningún policía".

El dirigente de la comunidad judía relató que eran "alrededor de 10 personas" que presuntamente llegaron al lugar "a romper los puestos, no permitiendo que se lleve a cabo el acto".

"Esto fue vergonzoso y merece un urgente repudio", manifestó Schlosser.

Por su parte, el embajador de Israel en Argentina, Daniel Gazit, fue protegido por policías que lo introdujeron en la sede del Gobierno de la Ciudad, antes de ser retirado del acto.

Fuentes policiales sostuvieron que la fuerza había previsto un operativo en la zona del acto con personal uniformado y de civil, que permitió "neutralizar" las agresiones del grupo, que primero se manifestaron de forma "verbal, con expresiones xenófobas y discriminatorias", y luego se generaron forcejeos e intercambio de golpes, agregaron.

La policía logró incautar a los atacantes una sevillana y un lunchaco, un elemento utilizado en artes marciales.

La policía admitió que la mayor parte del grupo logró huir corriendo de lugar, ya que sólo cinco de ellos fueron apresados y alojados en la sede de la fuerza de Cavia al 3300.

Los detenidos fueron sumariados por presunta infracción al artículo 2 de la Ley 23.592, que penaliza los actos de discriminación, además de resistencia a la autoridades y lesiones a un policía.

La causa quedó en manos del juez federal Claudio Bonadío.

Por su parte, el embajador Gazit dijo a AJN que la agresión llevada a cabo durante el Día de Israel "es una amenaza a la democracia".

"Esta gente busca la violencia aprovechando cada oportunidad no dejando que se festeje con tranquilidad", sostuvo y pidió: "no dejen triunfar a estos malignos".

Gazit sostuvo que lo ocurrido "es un acto de barbarie, esto es terrorismo", cuando la intención de su comunidad es impulsar la "cultura contra el terrorismo. Contra esto luchamos todos los días", remarcó.

"Esta gente busca la violencia, aprovechando cada oportunidad no dejando que se festeje con tranquilidad", lamentó.

El Día de Israel había sido organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, junto a la Embajada de Israel y Hagshamá, dependiente de la Organización Sionista Mundial.

La AJN también dio cuenta de la "indignación y repudio" expresado por el presidente de la AMIA, Guillermo Borger.