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Sabina Gómez, de 28 años, e Ignacio Tomasi, de 26, murieron luego de dolorosas internaciones y tratamientos médicos a los que fueron sometidos por las quemaduras que sufrieron en más de la mitad de sus cuerpos, tras la violenta explosión que el 1º de febrero pasado se registró en el departamento ubicado en Jasón 350, 3º F, del centro de esa localidad bonaerense.

Ambos jóvenes -que soportaron el calor de las llamas adentro del baño y bajo la ducha del inmueble hasta que fueron rescatados por los bomberos- sufrieron durante meses por las heridas que tuvieron luego de que explotara la conexión de gas, que habría estado en condiciones irregulares.

Beatriz Casazza, madre de Sabina; y Eduardo Tomasi, padre de Ignacio, cuestionaron la "lentitud" de la Justicia y revelaron que a casi medio año del hecho "no hay procesados, no hay acusados y la causa estuvo a punto de cerrarse".

"Evidentemente acá hay intereses económicos y políticos que no quieren que avance la causa", manifestó Casazza, mientras que Tomasi afirmó que "hay empresas muy grandes que pueden ser afectadas por la investigación, porque estamos detrás de empresas de gas, de la Municipalidad de Pinamar, del consorcio y de muchos más que son responsables de lo que ocurrió ahí".

Los cuestionamientos apuntaron al titular de la fiscalía Nº 3 de Pinamar, Diego Benzi, y a las autoridades del municipio, debido a que en abril pasado, el secretario de Gobierno, Diego Quintana, recibió a los familiares y prometió colaboración con la investigación "pero nunca pasó nada", afirmaron los padres.

Según el relato de González y Tomasi, la explosión, que en principio se había relacionado con una falla en el calefón, se produjo porque en el edificio había departamentos que tenían gas natural y gas envasado, y no se habían tomado algunos recaudos clave para evitar accidentes o "errores", como los que ocasionaron la tragedia del 1º de febrero.

"Las pericias que figuran en la causa, que sigue sin estar bajo secreto de sumario pese a nuestros reclamos, determinaron que la explosión se produjo porque se conectó un tubo de gas por error al departamento 3º F, cuando en realidad debía hacerlo en otra unidad. La persona que hizo la conexión dio gas al departamento de los chicos y pasó lo que pasó", afirmó Casazza.

Según Tomasi, junto a la paralización de la causa "la Justicia le devolvió la llave a la persona que se dice dueña del departamento y hasta creemos que lo alquilaron para Semana Santa. No tenemos respuestas ni en las cosas más mínimas".

"La causa está quieta, por ahora el fiscal Benzi no cumplió con su compromiso de que se iba a adelantar las cosas, se iba a poner todo en regla. Es un alivio que desde los tribunales de Dolores habilitaron que la carátula sea por doble homicidio", consideró Casazza.

Finalmente, ambos padres resaltaron que Ignacio y Sabina no sabían las condiciones en la que estaba el departamento porque lo habían alquilado por internet y no descartaron que la investigación se haya detenido para evitar "dañar la imagen de Pinamar, que depende del turismo y de la supuesta seguridad que hay en esa ciudad".