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Desde temprano los comandos renovaron los eslogans de campaña: "Todos por Chile, todos por Frei", se destaca en la propaganda y los medios electrónicos oficialistas, y "Grita por el cambio...", es una de las frases que acuñará la candidatura opositora en este nuevo tramo de campaña.

Urgida por la necesidad de remontar los más de 14 puntos que diferencia, la Concertación gobernante se apresta a realizar la movida más intensa y así lo demostró el cambio de gabinete dispuesto por la presidenta, Michelle Bachelet, que liberó a la titular de la Secretaría General de Gobierno, Carolina Tohá, para que asuma la coordinación el campaña del senador y ex presidente Frei.

La salida de Tohá era una posibilidad analizada en las últimas semanas, ya que se la consideraba un nexo que representaba la renovación de figuras de la coalición y capaz de mantener mejor diálogo con los otros dos sectores que representaban los candidatos del progresismo y de la izquierda, Marco Enríquez-Ominami y Jorge Arrate.

Tohá "representa a las nuevas generaciones, a un espíritu renovado de hacer política", dijo Bachelet al anunciar en la Casa de Gobierno el alejamiento de su funcionaria, tras lo cual la nueva coordinadora de campaña caminó desde La Moneda al comando del Hotel Plaza San Francisco, en el centro de Santiago, donde la aguardaba Frei.

Allí, con Tohá a su izquierda, el candidato oficialista afirmó que "en esta cruzada no hay pausas. Hoy estamos en una etapa absolutamente distinta. Es una etapa difícil, pero de cuyos resultados no tengo la menor duda", agregó.

"El 17 de enero la ciudadanía deberá decidir si quiere optar por el cambio de más oportunidades y de justicia social que ha encabezado nuestra presidenta, Michelle Bachelet, o por el rumbo incierto del poder del dinero, de los negocios mal relacionados con la política", completó Frei.

Para Frei la llegada de Tohá a su comando "es una señal potente" y destacó que su figura fortalecerá "un proyecto que tiene historia, que tiene presente y que tiene futuro. Este futuro lo queremos construir con las nuevas generaciones, con los jóvenes, con las mujeres, con la clase media".

Tohá irrumpió de manera contundente en esta nueva campaña al declarar que Piñera "no ha sido capaz de dejar de lado sus negocios. Hasta el día de hoy, después de la primera votación realizada, todavía el candidato de derecha no ha vendido una sola acción", de las empresas que controla.

En un giro estratégico para seducir al voto progresista, la ex funcionaria expresó: "En la elección de ayer hubo otros candidatos que tuvieron también el apoyo de gran cantidad de ciudadanos, y es a ellos a quienes nos queremos dirigir y decirles que sus sueños, su aspiración, su deseo están representados por Eduardo Frei, y vamos a trabajar para lograr su confianza, para demostrar que hemos escuchado su mensaje".

El empresario Piñera también retomó con intensidad su campaña y, a primera hora del día, su comando difundió avisos publicitarios en la prensa escrita y en las estaciones de radio, agradeciendo el respaldo que le dio la victoria en la primera ronda y una diferencia de más de 14 puntos sobre Frei.

El millonario tendrá hoy una sucesión de reuniones con los dirigentes de los partidos Unión Demócrata Independiente y de Renovación Nacional -los principales soportes de la Alianza para el Cambio-, e iniciará mañana una gira por todo el del país que comenzará en la ciudad de Puerto Montt, mil kilómetros al sur de Santiago.

Piñera reiteró "un llamado a todas las personas que apoyaron a Marco Enríquez", reconoció que fue una campaña llena de entusiasmo, y agregó "que compartimos con ellos el diagnóstico que la Concertación, después de 20 años de gobierno, está profundamente desgastada".

El Servicio Electoral, por su parte, difundió los cómputos finales de las elecciones, que representaron cambios mínimos en los porcentajes conocidos antes de la medianoche de ayer: Piñera obtuvo 3.056.526 votos, lo que corresponde a 44,05 por ciento; Frei recibió 2.053.514, que equivalen a 29,6 por ciento; Enríquez-Ominami alcanzó 1.396.655 votos, es decir el 20,13 por ciento, mientras que Jorge Arrate se alzó con 430.824 votos y el 6,21 por ciento.

A la luz de estas cifras, Carlos Huneeus, director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea -cuya encuesta del miércoles se acercó por diferencias de décimas a los resultados finales-, analizó que "se abre una elección distinta en la que Piñera parte en mejores condiciones pero todavía necesita un número significativo de votos para ganar el 17 de enero, para lo cual seguramente tendrá que acercarse al centro porque es allí donde están los votos que necesita".

"El de Frei es un cuadro más complejo. Debe sumar los votos de la izquierda y los del centro, pero las preferencias son difíciles de anticipar porque existe un voto escondido a favor del ex presidente".

Sin dudas, las miradas de ambos candidatos están orientadas al votante del independiente Enríquez Ominami, sobre lo que Huneeus dijo que se trata de "un electorado heterogéneo, especialmente joven, crítico de los dos candidatos que podrá volcarse en gran parte a Frei y en pequeño número a Piñera, mientras que otros directamente no concurrirán a votar o anularán".