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"La entrega fue sin violencia luego de ver a su familia pacíficamente. Ha sido llevado a la Fiscalía para tomar su declaración y todas las personas están sanas y salvas. No pidió nada a cambio de su entrega, fue un trabajo de paciencia y convencimiento para que desistiera de su actitud", dijo el funcionario.

En declaraciones a la prensa Casal dijo que "tiene antecedentes" y estaba "en una situación de nervios, pero por suerte accedió a los requerimientos del fiscal" y liberó a las "más de 30 personas retenidas, entre ellas menores".

El hecho se desarrolló en la esquina de Tucumán y Rivadavia, a metros de la Comisaría 1ra., donde decenas de policías rodeaban la manzana y esperaban que intervenga el Grupo Halcón.

El delincuente tomó contacto con los medios y reconoció haber disparado "sólo dos tiros al aire", pidió que se presenten en el lugar "las cámaras de televisión", y aseguró que los rehenes están "todos bien". "Yo no maltraté a nadie, disparé dos veces, no más", afirmó. Uno de los rehenes, por su parte, pidió que las cámaras llegaran "lo antes posible".

"Quiero algo para comer y un auto. Además, quiero que manden a un juez para que nadie diga 'giladas'", agregó el delincuente, quien pidió que lo llamaran "El cheto" o "El chileno".