El argentino ingresó a los 29 minutos del primer tiempo cuando el equipo catalán perdía 2-1 y anotó dos goles, a los 43 y 45 minutos, y así cumplió con las exigencias contractuales de los organizadores del amistoso, que reclamaban al club catalán su presencia o el pago de una multa.

El primer gol del rosarino llegó tras superar al arquero con un sutil toque ajustado al palo. Pero el segundo tanto fue todavía mejor, en la última jugada de la primera parte, Messi controló un balón en el área y con su zurda lo colocó en el ángulo, provocando la admiración de los aficionados surcoreanos.

Según detallaron los periódicos deportivos españoles MARCA, AS y Sport, la presencia de Messi generó los momentos de mayor atención del público, que luego, en el segundo tiempo, sin el rosarino, dispersó su atención.

En el Barcelona salió como capitán el argentino Gabriel Milito, surgido de Independiente, y aparte de Messi anotaron el sueco Slatan Ibrahimovic y los canteranos Víctor Sánchez y Jonathan Soriano, mientras que para el combinado coreano marcaron Sung y Dong Lee.

El equipo catalán formó en el primer tiempo con Pinto; Illie, Sergi Gómez, Milito y Maxwell; Jonathan dos Santos, Sergi Roberto, Adriano y Benja; Edu Oriol (luego Messi) e Ibrahimovic. En el segundo tiempo, el Barcelona salió con una formación totalmente distinta: Miño; Dalmau, Armando, Muniesa y Abidal; Keita, Víctor Sánchez y Riberola; Nolito; Jonathan Soriano y Tello.