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"Esto salió hoy día de las entrañas de la montaña de lo más profundo de nuestra mina, que nos dice que están vivos, que están unidos y que están esperando volver a ver la luz del sol y abrazar a sus familiares", expresó Piñera esta tarde y confirmó lo que horas antes habían esbozado los rescatistas.

"Dicen que hubo señales de vida, que se sintieron ruidos", dijo un hombre que trabaja en la operación de rescate, que todavía podría tardar meses, según el gobierno.

La última, y exitosa, operación de rescate consistió en realizar una perforación que avanzó 688 metros hacia las profunidades de la tierra y llegó presumiblemente hasta un taller que había en el interior del mineral cuprífero San José, derrumbado el 5 de agosto.

El ministro de Minería, Laurence Golborne, comunicó entre abrazos la noticia personalmente a todos los familiares de los trabajadores, quienes acampan frente al mineral.

"Podríamos tomar contacto con eventuales sobrevivientes, llamo a la mesura, no hay nada concreto aún", subrayó el funcionario, que aclaró que aún no hay comunicación con los mineros.

Entre aplausos y gritos, los familiares de los mineros mostraron su ilusión. "Por fin tenemos esperanzas", dijo una mujer que mantiene a cuatro familiares en el interior del yacimiento.

María Segovia, hermana de Darío Segovia, agregó que ella le daba las "gracias a todo Chile, a todo el mundo". Alberto Avalos, familiar de los atrapados Florencio Avalos y Renán Avalos, opinó que con la llegada de la perforación a las profundidades del mineral "hay medio partido ganado".

Los rescatistas laboran ahora en armar e introducir un tubo a través de la perforación, para evitar que ella se derrumbe, debido a la falla geológica que tiene el yacimiento.

A través del ducto, el gobierno espera abastecer de agua, víveres y avituallas a los mineros, quienes estarían en un refugio de la mina San José, a unos 700 metros bajo tierra.

"El rescate va a tomar al menos 120 días", agregó el ingeniero a cargo de la operación, André Sougarret, quien adelantó que el rescate sería a través de un ducto de 66 centímetros de diámetro.

"Vamos con mucha cautela", dijo además el ingeniero Miguel Fort, en alusión a las dificultades que encara la operación, el mayor y más complejo rescate en la historia de este país sudamericano. Establecer contacto con los mineros, si están vivos, tomará horas, pues es necesario asegurar la perforación y luego introducir una cámara de televisión por un orificio de casi 700 metros.

Luego comenzará la construcción de un nuevo acceso al mineral, debido a que este presenta una falla geológica que hace inviable un ingreso por la derrumbada vía principal, tapada por una roca de 700 mil toneladas.