La ratificación de la toma se produjo pese a la convocatoria que hizo el rector Jorge Fornasari -blanco de las críticas tanto de los alumnos como de los docentes- a una reunión informativa con los padres de los estudiantes, y después de que el ministro Alberto Sileoni avalara la principal reivindicación de los manifestantes: "Yo no pondría toda la responsabilidad en los pibes. Me parece que hay un desmanejo de los adultos. La escuela no es gobernada por una asamblea de docentes y alumnos, es una institución gobernada por los adultos", manifestó el funcionario.

Sileoni añadió, sin embargo, que "tampoco voy a hacer una apología de la asamblea permanente, pero me parece que en este caso debe haber claridad en la designación de los docentes y la única claridad en una democracia es un concurso. (...) Hay que extremar el diálogo, llegar a un acuerdo, y seguir discutiendo", puntualizó Sileoni, quien afirmó estar "enfáticamente a favor de las clases y su continuidad".

Por la mañana, la titular del Centro de Estudiantes del colegio, Ana Minujín, explicó que la decisión de continuar con la medida de fuerza se había adoptado debido a que el rector Jorge Fornasari no fijó "una fecha" para una reunión con el Consejo Superior de la UBA, de la que depende el establecimiento educativo. "Hasta que no haya una fecha para la mesa de diálogo con el Consejo Superior para solucionar y debatir cuáles son las problemáticas que está viviendo hoy el colegio, la toma no se levantará", advirtió Minujín.

Finalmente, tras la asamblea de la tarde, el vocero de los docentes confirmó, por su parte, que AGD mantendrá el paro 24 horas más en reclamo de una nueva reunión con el Consejo Superior de la UBA.