Madrid es el epicentro de las protestas que desde el fin de semana pasado ganan día a día más participantes que reclaman un cambio en el modelo político y social. "Respetamos la decisión de la Junta Electoral, pero nosotros ya dijimos que nos íbamos a quedar aquí hasta el 22 de mayo", día de las elecciones municipales y autonómicas, aseguró el colectivo "Democracia real ya", impulsor de unas protestas que se extendieron a más de 150 ciudades.

Por su parte, tanto el presidente José Luis Rodríguez Zapatero como Rubalcaba, evitaron decir si el Ejecutivo ordenará a las fuerzas de seguridad el desalojo de los manifestantes. La Junta Electoral consideró que las manifestaciones del próximo sábado, jornada de reflexión previa al domingo de los comcios, exceden el "derecho de manifestación garantizado constitucionalmente".

"El Ministerio del Interior y el gobierno actuarán bien, de manera inteligente; eso es lo que queremos, que se garanticen todos los derechos y se respete una jornada de reflexión, pero no adelantemos acontecimientos", dijo Zapatero.

Rubacalba aclaró que "en función de los acontecimientos la policía tomará las decisiones". No obstante, afirmó que "no hay democracia sin cumplimiento de la ley", pero también dijo que "la policía, donde hay un problema, para resolverlo no crea otro".

Por su parte, el líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, consideró que si él fuera ministro del Interior "cumpliría la ley". El sindicato policial SUP pidió hoy al Ejecutivo que no ordene disolver las manifestaciones. "No se debe crear un problema donde no lo hay", dijo un portavoz.

La jornada de reflexión en España se disponía a comenzar con un "grito mudo" en la Puerta del Sol. El "movimiento de los indignados", autobautizado como "Toma la plaza", convocó una protesta en la que pretende que los participantes se tapen la boca con cinta adhesiva. La Junta Electoral Provincial de Madrid también la prohibió hoy.