Martes, 6 de septiembre de 2011 | Hoy
00:38 › RELACIONES SOSPECHOSAS
El juez de Garantías Alfredo Humberto Meade sostuvo el pedido de detención sobre cinco personas por el secuestro y asesinato de Candela Sol Rodríguez, dos de ellas como partícipes necesarios, y mañana serán indagados por el fiscal de Instrucción de Morón, Marcelo Tavolaro. Durante todo el día, los investigadores realizaron allanamientos en viviendas vinculadas a los sospechosos y pericias sobre la camioneta secuestrada en la casa ubicada en Kiernan al 900, en Villa Tesei, donde se encontró la prueba de ADN que impulsó las detenciones. En la mañana, a raíz de la filtración de datos y la insistencia mediática sobre el caso, la Fiscalía General a cargo de Federico Nieva Woodgate dejó claro que para "no entorpecer" la investigación, no brindará nuevos informes hasta que haya novedades.
El ADN de la víctima fue hallado en un bol con arroz hervido y pollo guardado en la heladera de la casa de Kiernan al 900 y se presume que es el alimento que le dieron antes de asesinarla. Los investigadores revelaron que los peritos de la Policía Científica también encontraron huellas y ADN de uno de los detenidos en un vaso que se hallaba en una de las habitaciones de esa misma casa, lo que hace suponer a los pesquisas que ese hombre fue quien actuó como "cuidador" de Candela, según informó Télam.
Resultó clave la declaración de una vecina que contó que vio una utilitaria blanca que se acercó a la casa horas antes de la aparición del cadáver de Candela y reveló que un hombre que se hallaba en esa vivienda le pidió un vaso de aceite para cocinar. Ese hombre, cuyo ADN fue hallado en ese vaso e identificado por la policía como el carpintero Ramón Néstor Altamirano (55), quien está en calidad de detenido al igual que la dueña de la casa, Gladys Mabel Cabrera (41), quien trabaja como depiladora y vive en Capital Federal
El resto de los detenidos son Gustavo Damián Valenzuela (44) que vive en Barrio Bonich, en Morón; Alfredo Monteros (36) y su padre también llamado Alfredo (75) domiciliados en el barrio porteño de Villa Soldati.
Al ingresar a la casa de Kiernan 992, los peritos de la policía Científica encontraron un primer bol sobre la mesada de la cocina con restos de arroz seco, y otro similar pero en la heladera con arroz fresco hervido con pollo. Decidieron "levantar" el arroz con el fin de analizar si existían restos de saliva o células por el posible contacto con la víctima, y el resultado dio positivo, lo que motivó los procedimientos y las detenciones ayer a la noche.
La autopsia al cuerpo de Candela había revelado, entre otras cosas, que la niña estaba bien alimentada y hasta encontraron restos de guiso en su estómago, lo que les hizo presumir a los investigadores que esa preparación hallada en la casa de Kiernan fue el alimento que le dieron a la niña antes de que sea asfixiada supuestamente con una almohada.
En medio de las especulaciones, los investigadores judiciales decidieron llamarse a silencio "a fin de preservar su derecho de defensa y, al mismo tiempo, no entorpecer la continuación de la pesquisa hasta el total esclarecimiento del caso", explicaron en un comunicado.
Ante la falta de información oficial, la guardia periodística se concentró frente a la vivienda de uno de los demorados, el tornero Alfredo Monteros, en la calle Itaquí, del barrio porteño de Villa Soldati.
Fueron los vecinos los que salieron a defenderlo y hasta tiraron ramos de "perejil" frente a la vivienda para desmentir la posibilidad de que hubiera una conexión entre los detenidos y la muerte de Candela.
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