El detenido inició la protesta en demanda de mejores condiciones de alojamiento y, según varios medios, a él se había sumado una veintena de presos. Sin embargo, una vez finalizado el hecho, Albarracín precisó que hubo otras dos personas que lo acompañaron, que finalmente "eran ajenas" al episodio. "Hace instantes se ha resuelto la situación. Se ha resguardado la integridad física del rehén y del interno", dijo el funcionario y precisó que "el resto (del pabellón) estaba en una actitud expectante y no tuvo relación directa" con el hecho.

Además, indicó que al preso "le faltaban pocos meses" para salir de prisión y que todo se trató de "un pequeño motín". "Es una persona que ha tenido muchos conflictos, que tiene algunos problemas psicológicos, casi psiquiátricos", indicó.