La declaración presidencial, que, a diferencia de una resolución, no tiene carácter vinculante, recibió el respaldo de Rusia y China, que ya habían vetado dos resoluciones del Consejo por considerar que sólo hacían responsable de la crisis al gobierno y dejaban abierta la puerta a una intervención militar.

Por eso, el gobierno chino consideró el documento aprobado como un "progreso hacia una solución política" del conflicto, y aprovechó la ocasión para pedir a Damasco que se "detenga inmediatamente la violencia".

Sin embargo, la violencia continuó en Siria mientras el Consejo de Seguridad debatía en su sede de Nueva York. La agencia de noticias oficial siria SANA informó que dos chicos murieron y otras tres personas resultaron heridas cuando un "grupo terrorista" atacó un vehículo en el barrio de Al Qusur de la ciudad central de Homs y que tres soldados sufrieron heridas al explotar una bomba colocada cerca de la sureña ciudad de Dera`a.

Por su parte, el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, afirmó que cinco civiles murieron en bombardeos del Ejército en el barrio de Kaldiyeh de Homs, y agregó que ya son 19 las víctimas fatales en dos días de ataques en ese lugar.

Ninguna de las informaciones pudo ser verificada de manera independiente debido a las severas restricciones a la labor de la prensa impuestas por el gobierno de Bashar Al Assad. En su declaración, el Consejo de Seguridad de la ONU se manifestó "profundamente preocupado por la situación que empeora y que se convirtió en una grave crisis y una emergencia humanitaria".

El Consejo exhortó a que "el gobierno sirio y la oposición trabajen de buena fe con el enviado especial, para lograr una solución pacífica de la crisis de Siria e implementar plena e inmediatamente su propuesta de seis puntos".

Pero aclaró que esas medidas deben ser ejecutadas primero por el gobierno y después el enviado especial buscará compromisos similares de parte de todos los grupos armados para que terminen la violencia, también bajo supervisión de la ONU.

El plan de paz, que Annan presentó este mes en Damasco al presidente sirio, pide, entre otras cosas, un alto el fuego de dos horas por día para llevar asistencia a las zonas afectadas por la violencia, el inicio de un diálogo, la liberación de prisioneros y el ingreso de periodistas al país.

El Consejo de Seguridad dijo que Annan deberá actualizar periódicamente el estado de los esfuerzos. "A la luz de estos informes, el Consejo de Seguridad considerará otras medidas, según proceda", agregó la declaración. En una señal de la nueva urgencia diplomática sobre Siria, el Consejo de Seguridad también acordó una declaración propuesta por Rusia que "condena en los términos más enérgicos" dos ataques con coches bomba cometidos el fin de semana en las ciudades sirias de Damasco y Alepo.