Durante su intervención, Hernán Lorenzino habló en nombre de la Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay frente a los titulares de los organismos multilaterales de crédito y los representantes de 187 países presentes en la capital estadounidense. Y luego de destacar las medidas que los gobiernos de la región tomaron para mejorar su situación económica y evitar los sacudones de la crisis internacional, les criticó: "Hasta ahora, demasiados esfuerzos, recursos humanos y financieros, fueron dedicados a esto, particularmente en regiones ricas, durante demasiado tiempo, y desgraciadamente aún queda mucho por hacer".

En este sentido aconsejó que "la respuesta apropiada a la necesidad de equilibrar el apoyo a una recuperación de corto plazo y asegurar sostenibilidad fiscal de largo término debe combinar elementos estructurales e institucionales, como así también políticas macroeconómicas activas". "Argentina -añadió- está ahora bien posicionada para enfrentar los desafíos de un mundo postcrisis, debido a la transformación de su economía desde 2003. Tomó 100 años alcanzar la suficiente madurez política para entender que los derechos y responsabilidades deben ser compartidos para construir una estructura social, institucional y económica legitima."

Asimismo, sostuvo que "aunque es correcto darle prioridad a Europa en esta coyuntura, creemos que hay que darle la más alta relevancia a la gobernabilidad" del FMI, y en este sentido pidió una mayor participación de las economías emergentes en las decisiones de ese organismo. También criticó la dedicación que el Fondo le dedica actualmente a la crisis en el viejo continente, en comparación con otras épocas: "Muchas reglas del Fondo fueron cambiadas para darles apoyo a los países más necesitados en Europa de una forma que no se vio durante la crisis asiática de 1997 y las crisis latinoamericanas en los años 2000", ejemplificó.

"Todos los países están conectados y todos tienen un deber a la hora de construir un sistema monetario y financiero internacional más fuerte, pero el nivel de compromiso y responsabilidades es distinto entre economías avanzadas y emergentes. Los países avanzados no pueden combatir la crisis sólo con medidas de austeridad", advirtió y agregó: "No hay un dato o artículo de organismos multilaterales que pruebe que las políticas de ajuste fiscal dan resultado".

De hecho, durante el encuentro, otros países emergentes como Brasil se mostraron también críticos con la inconclusa reforma de cuotas internas del Fondo, pendiente desde el año antepasado.

Por otra parte, remarcó que "desde la crisis de 2001/2002, la economía de Argentina ha experimentado una reforma estructural significativa, con una tasa promedio de crecimiento entre 2003 y 2011 de casi 8 por ciento, la mayor en la historia del país", y resaltó que "la secuencia de nueve años consecutivos de crecimiento indica que los ciclos de marchas y contramarchas que caracterizaron la historia económica de la Argentina llegaron a su fin". Además enfatizó que "más allá de las cifras", lo que se destacó en este período es que la recuperación fue acompañada "por inclusión social, que se reflejó en la reducción de la pobreza, el desempleo y la desigualdad".