Varela Alvarez desarrolló su exposición en forma cronológica, atento a cómo sucedieron los hechos hace una década, y acusó a la testigo Patricia Soria de ser "la punta de la historia" del secuestro de Verón, por haber oficiado de entregadora a cambio de dinero, argumento central de la madre de la joven desaparecida, Susana Trimarco, quien intenta que se investigue a Soria, que no está imputada en la causa.

El letrado cuestionó también la actuación de la Policía ante la denuncia de la desaparición y en particular cargó contra los efectivos de la comisaría de La Ramada de Abajo, sobre quienes afirmó que "devolvieron a Marita a sus secuestradores". Acerca de los acusados, Varela Alvarez señaló que Daniela Milheim era quien se encargaba de conseguir jóvenes para obligarlas a prostituirse, mediante un empleo falso de niñera, y definió a los burdeles de Río Gallegos o de La Rioja (donde presumiblemente estuvo Marita) como "campos de concentración privados", tal como describió Lorena, testigo de identidad reservada.

"Marita era la preferida de jueces y abogados en el Desafío, donde les cambian la identidad. Esas personas son cosas, cosas sin cadenas pero cosas en un lugar donde se tortura, se viola, se maltrata", afirmó. El abogado querellante destacó la coincidencia de testimonios de mujeres víctima de trata que dicen haber visto o hablado con Verón en un burdel riojano.

"Escuchar cómo secuestraron a Marita es como que te metan un palo en el corazón y te lo revuelvan. Espero que los jueces no se enfermen ahora que tienen que hacer justicia. Esta es una primera etapa, porque a mi hija no la encontramos aún", afirmó Trimarco, al final de la abreviada audiencia.

Cuando concluya su exposición Varela Alvarez, comenzará el alegato de la Fiscalía, representada por Manuel López Rougés y Carlos Sale.