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La defensa de Sciarpelletti, el abogado Gianluca Benedetti, negó que el informático mantuviera una "amistad estrecha" con el ex mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, condenado en octubre por el robo de cartas confidenciales del pontífice.

"No mantenían una relación estrecha de amistad", declaró durante la audiencia tras precisar que su cliente no se veía "con frecuencia" con el ex mayordomo, quien cumple una condena de 18 meses de cárcel en una celda del Vaticano por la filtración a la prensa de documentos secretos del papa Benedicto XVI.

El abogado Benedetti intentó desmontar la acusación contra su cliente, quien trabaja desde hace 20 años para la Santa Sede, revelando que está basada en denuncias anónimas."Todo surgió por una comunicación anónima de una personalidad de la Secretaría de Estado, quien habló de contactos frecuentes entre Gabriele y Sciarpelletti", aseguró el abogado.

El programador informático incurrió durante las investigaciones en una serie de contradicciones sobre su relación con Gabriele y fue involucrado tras el descubrimiento en un cajón de su escritorio de un sobre de tamaño mediano color blanco, cerrado, con el sello azul de la Secretaría de Estado, y en el que se leía "personal P. Gabriele".

"¿Por qué Sciarpelletti habría querido obstaculizar a la justicia si no era un amigo estrecho de Gabriele?", se interrogó Benedetti, al intentar definir el tipo de amistad que mantenían y precisar que "se conocían, pero que no era el mejor amigo" del ex mayordomo del Papa. "Si bien se tuteaban, se veían raramente, con poca frecuencia", subrayó.

El abogado recalcó además que Gabriele jamás pidió a Sciarpelletti, responsable del mantenimiento de los computadores del personal de la Santa Sede, que interviniera su ordenador personal durante los seis años que trabajó como mayordomo del Papa.

Ninguna imagen, ni videos ni fotografías, fueron divulgados por el Vaticano del juicio, por "respeto" a la vida privada del imputado, precisó el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi. Además de Sciarpelletti, de 48 años, asistió a la audiencia la esposa del informático así como el ex mayordomo del Papa, quien no tomó la palabra. La segunda audiencia del juicio, que probablemente será la última, fue fijada para el sábado próximo. El informático podría ser condenado a una pena de hasta doce meses de cárcel.

Durante el juicio al mayordomo Gabriele, iniciado a finales de septiembre, los jueces del Vaticano establecieron que el papel de Sciarpelletti había sido marginal ya que se había limitado a transportar o conservar sobres cuyo contenido no estaba ni siquiera clasificado. El juez-presidente, Giuseppe Dalla Torre, ordenó entonces separar el caso de Sciarpelletti del de Gabriele y celebrar un segundo juicio, el cual se abrió hoy.