La dirigencia siria opositora dejó trascender esa postura durante la cumbre de tres días que sus representantes mantienen en Estambul, luego de que Rusia y Estados Unidos anunciaran que Al Assad había aceptado participar de negociaciones de paz en Ginebra. "Nos sorprendió que el anuncio lo hiciera Moscú y no Damasco. La primera reacción es que nos gustaría escucharlo de parte del gobierno sirio", aseguró Jaled Joja, uno de los voceros de la CNFORS.

"Desde el principio hemos dado la bienvenida a las conversaciones de paz. No será un diálogo, sino una mesa de negociaciones en las que se decidirá la transferencia de poder", explicó Joja. Ese espacio, añadió, "acepta la posibilidad de que Al Assad se mantenga en el poder al inicio del proceso de transición, pero la condición de que abandone su cargo al final del mismo".

No obstante, advirtió que "no queremos ser engañados otra vez por el régimen, que ya nos ha engañado muchas veces". Por ahora el gobierno sirio no confirmó ni desmintió la declaración de Moscú, pero mientras tanto dentro de Siria los

combates continúan de forma ininterrumpida. Según la ONU, ya son más de 80 mil los muertos, más de 1,5 millones los refugiados y 4,25 millones los que dejaron sus casas y huyeron a otra parte del país.