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"Estamos a unos días a unas horas de un posible acuerdo", vaticinó François Hollande, quien advirtió sobre el riesgo que implicaría para Europa una falta de acuerdo con Grecia.

No obstante, el optimismo de Hollande contrasta con el pesimismo del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien aseguró que las propuestas de reformas de Atenas "confirman" su opinión de que un acuerdo está todavía lejos.

Sin mencionarlo, el presidente francés recordó que "todo debe hacerse en condiciones que respeten al pueblo griego pero que también respeten las reglas con las que se ha dotado Europa para negociar una solución duradera", dijo el presidente francés que asistió a un foro de la OCDE.

Este miércoles está prevista una reunión en Bruselas entre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras. En este sentido, Hollande dijo estar "convencido de que los europeos desean facilitar esta negociación" en la que también participan el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Por su parte, el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que la institución quiere que Grecia siga en la zona euro, pero para ello es necesario un "acuerdo sólido" entre Atenas y sus acreedores. "El consejo de gobernadores del BCE quiere que Grecia siga en la zona euro", dijo y destacó "la voluntad conjunta y la fuerte determinación" para encontrar una solución.

Pero se necesita "un acuerdo sólido", es decir, "que produzca crecimiento, incluya justicia social y sea duradero desde un punto de vista presupuestario y garantice la estabilidad financiera" de Grecia, insistió.