El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC alcanzaron este domingo un histórico acuerdo para desescalar el conflicto armado, que había recrudecido poniendo en riesgo el proceso de paz.

"El Gobierno Nacional, a partir del 20 de julio, pondrá en marcha un proceso de desescalamiento de las acciones militares, en correspondencia con la suspensión de acciones ofensivas por parte de las FARC", dijeron en La Habana las delegaciones de paz del gobierno y la guerrilla, en un comunicado conjunto leído por el diplomático noruego Dag Nylander, quien estuvo acompañado por el diplomático cubano Rodolfo Benítez. Cuba y Noruega son "garantes" del proceso de paz iniciado en 2012, en el que Chile y Venezuela son "acompañantes".

Este histórico acuerdo, que busca avanzar en las negociaciones para un cese al fuego bilateral y definitivo, fue alcanzado cuatro días después de que las FARC decretaran una tregua unilateral de un mes a partir del 20 de julio. "Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC hemos decidido hacer todos los esfuerzos necesarios para llegar sin demora a la firma de un acuerdo final", y "en particular, acordar sin demoras los términos del cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, y dejación de las armas, incluyendo el sistema de monitoreo y verificación", dijo Benítez, al leer una parte de la declaración.

El diplomático cubano anunció que las partes también solicitarán "el acompañamiento" de un delegado del secretario general de la ONU y de una delegación de la presidencia de Unasur (actualmente ejercida por Uruguay), con el fin de que "contribuya a poner en marcha la discusión sobre el sistema de monitoreo y verificación". Asimismo, el gobierno y la guerrilla van a hacer en cuatro meses una evaluación de estas medidas, agregó Benítez.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, mantuvieron durante cinco meses una tregua unilateral, periodo en que las acciones armadas disminuyeron drásticamente, pero la levantaron en mayo pasado tras sufrir una seguidilla de ataques de las fuerzas militares.

El gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC están negociando en La Habana desde noviembre de 2012 con el fin de acabar el conflicto armado de medio siglo, el último en América, que ha dejado 220.000 muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales.