"El cardenal le habló a su gente. No era un acto político ni público", subrayó Marcó en diálogo con Radio Concepto.Durante su homilía, el cardenal Bergoglio convocó a vivir "como hermanos" y erradicar "la discordia y el odio".

La misa, ayer a la mañana, fue la culminación de la marcha de 60 kilómetros que había partido el sábado desde el Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, y se desarrolló durante unas 15 horas bajo el lema "Madre, necesitamos vivir como hermanos".

Por otra parte, Marcó hizo referencia al obispo de Puerto Iguazú y candidato a constituyente en Misiones, Joaquín Piña, quien encabeza la lista de convencionales por el Frente Unido por la Dignidad, que rechaza la reforma constitucional que promueve el gobernador Carlos Rovira.

Acerca de este tema, Marcó señaló que "cada obispo en su diócesis tiene amplia libertad para realizar las acciones que le parezca justas" y agregó: "A la Iglesia lo norma el derecho canónico. Los sacerdotes y los obispos no podemos participar en política partidaria justamente porque la política partidaria lo que hace es partir, porque los partidos están enfrentados generalmente".

"En este caso el obispo (Bergoglio) lo que juzga es que no es política partidaria, porque Piña va al frente de una coalición que se opone a algo que tiene que ver con la argentinidad, que es la reforma de una constitución a la que llama un gobernador para beneficiarse él por un solo artículo", explicó el vocero eclesiástico.

Añadió que "como es un tema de argentinidad y hay un marco opositor que concentra al resto de las iglesias y al resto de los partidos políticos y como no había ninguna autoridad moral como para poder hacerse cargo de esto, le piden a Piña y é él lo hace y lo dice a su pesar, porque esto tendría que hacerlo un laico o un político".

Marcó sostuvo que por esa razón "no hay que nacionalizar el conflicto" y recordó que "es una reforma a una Constitución. No es una elección a gobernador".

Fuente: Télam

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