Martes, 24 de octubre de 2006 | Hoy
19:08 › POLéMICA EN LA UE SOBRE LOS DERECHOS DE PRIVACIDAD
Los europeos se arriesgan a estar bajo constante vigilancia si los gobiernos de la Unión Europea continúan respondiendo a las demandas de Estados Unidos para obtener acceso a los datos personales de sus ciudadanos, advierte Peter Hustinx, supervisor europeo de protección de datos.
Un reciente acuerdo transatlántico sobre el envío de datos clave de pasajeros de avión europeos a las autoridades de Estados Unidos es "una escurridiza pendiente que muestra un montón de ambigüedades y deja espacio para muchas interpretaciones", asegura Hustinx.
Hustinx, que monitorea el procesamiento de datos personales por instituciones de la UE, tiene el poder de llevar casos de violaciones a la privacidad al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Como supervisor de protección de datos, actúa de forma independiente a las instituciones de la UE y aconseja a gobiernos y organismos de la UE en asuntos relacionados con la seguridad.
Los europeos no quieren la llamada "sociedad de la vigilancia", dice Hustinx, y aconseja a la UE que no vaya cediendo gradualmente los derechos de privacidad, "porque una vez que los cedes, no los recuperarás".
La UE y Estados Unidos cerraron a principios de este mes un acuerdo interino que permite a las agencias de inteligencia y a los organismos legales, incluida la CIA y el FBI, compartir y estudiar más fácilmente los datos de ciudadanos europeos.
Bajo ese pacto, las aerolíneas europeas están obligadas a dar a las autoridades de Estados Unidos hasta 34 datos de cada pasajero a bordo de un avión que vuela a Estados Unidos. Estos datos incluyen el número de tarjeta de crédito, el itinerario, la dirección y los números de teléfono.
Bruselas sostiene que bajo este nuevo acuerdo, los derechos a la privacidad de los ciudadanos están totalmente protegidos y argumenta que Washington ofreció garantías sobre cómo y por quién será utilizada esta información.
Pero Hustinx dice que las garantías son inadecuadas o dejan demasiado espacio para la interpretación: "¿Cuál es el propósito de todo el asunto? ¿Para qué se utiliza la información? ¿Cuánto tiempo se guarda?"
Washington reclama los datos de las aerolíneas europeas como parte de las medidas de seguridad reforzadas tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Estados Unidos pidió un mayor intercambio de información, argumentando que el celo europeo por mantener su privacidad obstaculizó sus actividades contraterroristas en los últimos años.
Hustinx asegura que Estados Unidos y la Unión Europea difieren básicamente en su percepción sobre la privacidad. Mientras Estados Unidos muestra una aproximación "por si acaso", intentando evitar riesgos al obtener y analizar la mayor información posible, Europa intenta imponer medidas proporcionales.
"La sociedad necesita estar segura, pero si cedemos las garantías no estaremos seguros de que eso aumentará nuestra seguridad", señala Hustinx. "Al final, no nos sentiremos más seguros porque estaremos siendo vigilados todo el tiempo".
Si vigilar el tráfico internacional significa que la gente que camina por la calle "puede ser identificada y arrestada por cosas que se presumen son ciertas, eso nos recuerda a viejos tiempos".
La gente que pide una tarjeta de fidelidad de su supermercado local o que deja sus datos personales en Internet lo hace voluntariamente. Pero no tienen alternativa cuando se trata de información que reclaman los gobiernos, sobre todo si son extranjeros, destaca Hustinx.
El supervisor europeo de protección de datos también asegura que dar los datos de transacciones bancarias a funcionarios estadounidenses que investigan la financiación del terrorismo despierta la duda sobre cuánto se puede confiar en los gobiernos nacionales.
Desde los ataques del 11 de septiembre, el consorcio bancario Swift con sede en Bélgica dio a las autoridades estadounidense acceso a su base de datos. Swift es supervisado por el Banco Central Europeo.
"Toda transacción es monitorizada. ¿Es ésta la sociedad en la que queremos vivir?", pregunta Hustinx, y añade: "¿Es ésta una situación aceptable? ¿Es éste el manejo que los gobiernos de la UE quieren copiar? ¿Podemos confiar en estas instituciones?".
Swift rechazó las críticas respecto de que viola los derechos a la privacidad en la UE, argumentando que recibió garantías de Estados Unidos de que la información sería utilizada unicamente para investigaciones sobre terrorismo.
Con la UE y Estados Unidos cada vez más reñidos respecto de cómo conciliar las libertades civiles con la lucha contra el terrorismo liderada por Washington, el bloque europeo necesita nuevas reglas que puedan servir "de guía para todos estos temas difíciles en un futuro cercano", afirma Hustinx.
Fuente: DPA.
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