El lonko (cacique aborigen) pampeano Oscar Wala indicó hoy a que el trabajo era llevado a cabo por el Instituto Nacional Indígena (INAI) y el Consejo de Participación Indígena y abarcará toda la extensión del desierto pampeano.

Allí, precisó, varios aborígenes perdieron sus tierras a manos de empresas privadas o terratenientes bonaerenses.

El cacique aseguró que "se está revisando caso por caso en lo referido a la tenencia de las tierras", y reclamó al gobierno pampeano que se sume a esta tarea y "restituya los lotes quitados a los aborígenes".

Además, los consejeros ranqueles anunciaron que "se conformó una mesa coordinadora con un equipo técnico, que coordina el relevamiento de la situación de las tierras en conflicto y las mensuras".

Domínguez recordó que "desde 1994, cuando se reformó la Constitución, el Estado nacional nos reconoció como pueblo preexistente y concedió la posesión comunitaria de las tierras".

Por eso, reclamó que "el gobierno provincial debe actuar rápido, porque estamos viendo día a día como estos terratenientes han comprado bajo engaño las tierras y queremos que los indígenas, que han sido expropiados de sus tierras y expulsados hacia los centros urbanos, vuelvan a ser reubicados dentro de sus territorios".

Desde hace varios años en el oeste pampeano se están desalojando a puesteros que ocupan las tierras, pero que carecen de los títulos de propiedad.

Según datos de ONGs y centros indígenas, más de 350 familias se encontrarían en la actualidad en riesgo de desalojo, incluyendo a los denominados "paisanos originarios" de La Pampa.