Silvia Uriarte aseguró en declaraciones que "recién después de las 17" van a conocer los resultados de los estudios realizados al cadáver y que aún se mantienen las esperanzas de hallar a Otoño con vida.

"No queremos creer que sea Otoño. Queremos que no sea ella. Aún tenemos la esperanza de que Otoño esté viva. La hemos buscado viva y nos aferramos a esa idea", dijo hoy la tía de la adolescente, cuya desaparición generó una investigación sobre prostitución de menores en la que fueron separados tres policías de Río Negro.

La mujer negó que el cuerpo encontrado tuviera las extremidades atadas con un cable y dijo que el cadáver "ni siquiera tenía los pies".

"Se mantuvo abajo del agua por la presión y por el lugar en que estaba enganchado", explicó Silvia Uriarte, ante las versiones que indicaban que el cadáver tenía una cuerda enrollada al cuerpo con un peso para evitar que saliera a la superficie.

El cuerpo fue encontrado ayer por un niño en un canal de riego de la ciudad de Cipolletti, ducto que era vaciado al final de la temporada de riego.

Según pudieron determinar los pesquisas, el cadáver estaba en un avanzado estado de descomposición, vestido con una campera negra con vivos fluorescentes, lo que habría llevado a pensar que se trataba de Otoño, ya que la adolescente estaba vestida con una prenda parecida.

Los restos fueron llevados a la morgue judicial de General Roca, localidad ubicada a 40 kilómetros al este de Cipolletti, donde se realizó la autopsia durante la madrugada bajo la supervisión de la jueza Alicia Berenguer.

La magistrada dispuso la realización de nuevos estudios para poder determinar la identidad del cadáver, entre ellos el análisis de las piezas dentales y un ADN.

"Estamos ante el hallazgo de restos muy deteriorados por la acción del agua y es muy difícil su identificación", dijo el jefe de la policía de Río Negro, comisario Jorge Ucha.

La desaparición de Otoño se produjo el 23 de octubre del año pasado cuando fue vista por última vez en la localidad rionegrina de Fernández Oro, a sólo 15 kilómetros del lugar donde se produjo el hallazgo del cadáver.

El caso conmovió a toda la población del valle de Río Negro, en particular cuando la prensa regional difundió que había escuchas telefónicas que vinculaban a oficiales de la policía provincial con una presunta red de trata de blancas.

Algunas hipótesis relacionaron a la desaparición de la joven con la actividad de prostíbulos en la zona, amparada por jefes policiales.