La chica aseguró que su padre, Fernando Carrera, "no es un asesino" y sostuvo que fue "víctima de policías corruptos" a quienes "lo único que les importa es ascender".

"Mucho se fijan sólo en el dolor de la víctimas fallecidas y nosotros, la familia Carrera, vivimos una injusticia día a día, viendo como los jueces se nos ríen en la cara y mi papá sigue ahí adentro y los verdaderos culpables gozando la libertad, matando y jugando con vidas ajenas", señaló en un comunicado la chica de sólo 12 años.

"Soy la hija de Fernando Carrera, Jennifer Carrera y no me da vergüenza dar mi nombre y apellido porque no soy la hija de un asesino y no tengo porque bajar la cabeza", comenzó la carta abierta firmada por la chica, publicada en el sitio "casocarrera.blogspot.com".

En la carta, la hija de Carrera manifestó que "mi padre no es un asesino ni un ladrón, es un pobre tipo que salió como todos los días a buscar el plato de comida a sus 3 hijos, incluyéndome".

"A veces me siento un poco culpable porque mi papá salió a trabajar para darnos a comer a nosotros, su familia. Yo y mis hermanos estamos perdiendo años de nuestra infancia, porque la vida nos hizo una mala jugada, ya que nos cruzó a unos policías corruptos, que lo único les importa es ascender", agregó.

Por su parte, la Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alicia Pierini, cuestionó el fallo al señalar que se decidió en base a pruebas "débiles".

En declaraciones, Pierini sostuvo que Carrera fue condenado "sin pruebas suficientes o convicción absoluta" tras lo cual expresó: "Me preocupa profundamente el sistema procesal, la policía persigue sin datos suficientes por un llamado realizado desde un celular" por el cual se proporcionaron datos a los agentes.

Carrera fue condenado ayer a 30 años de cárcel por el Tribunal Oral en lo Criminal 14 de esta capital, al ser hallado culpable de los homicidios de Gastón Bedoya (6), su madre, Fernanda Silva (31) y Edith Custodio (41), a quienes embistió con su auto Peugeot 205 el 25 de enero de 2005 en la avenida Sáenz y Esquiú, en el barrio porteño de Pompeya.

Según el tribunal, las víctimas fueron atropelladas por Carrera cuando era perseguido por personal de las comisarías 34 y 36 de la Policía Federal que lo acusaron de cometer un robo en la zona.

En su carta, la hija de Carrera -cuya defensa apelará el fallo- pidió "disculpas" a los familiares de las víctimas, pero aclaró que "mi papá fue tiroteado injustamente, quedó inconsciente y por eso atropello y mató a esas personas".

"Por eso le pido a la gente en general que en esto se haga Justicia y mi padre salga y los verdaderos responsables paguen lo sucedido", concluyó.

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