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Fuentes judiciales informaron hoy que, de acuerdo con las pericias, Orellana fue ejecutado de un balazo en la sien disparado con una pistola calibre 40 dentro de la camioneta Isuzu en la que fue encontrado su cadáver en la localidad bonaerense de Mariano Acosta, partido de Merlo.

Los voceros explicaron que se pudo recuperar dentro del auto un plomo que por sus características sería calibre 40, aunque aún restan practicar una serie de peritajes.

El caso es investigado por los fiscales Horacio Vázquez y Mario Ferrario, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Morón, quienes ya descartaron la hipótesis del robo.

"Tenía todas sus pertenencias encima, como la billetera y celular", indicó una fuente judicial, que además señaló que no robaron la camioneta donde apareció el cadáver, que pertenecía a la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina, de la cual Orellana era protesorero y secretario general de la sección La Matanza.

"Estamos investigando la actividad de Orellana dentro del gremio y creemos que allí puede estar el móvil de un crimen del tipo mafioso", dijo un investigador.

Fuentes policiales y del gremio al que pertenecía la víctima contaron que Orellana, como protesorero, investigaba una serie de maniobras fraudulentas y que incluso, por ese motivo, habría recibido amenazas.

El secretario general del gremio, Gabriel Yafar, aseguró hoy que el crimen de Orellana "es un claro mensaje mafioso".

"Por donde le pegaron el tiro, que fue en la cabeza, por el hecho de que se descarta el robo porque tenía encima sus pertenencias, está claro que es un mensaje mafioso", agregó Yafar.

Los pesquisas también investigan una discusión que Orellana tuvo el fin de semana pasado con un compañero del gremio en Rosario, donde se realizó una reunión sindical.

Detectives de la Delegación Departamental de Investigación (DDI) de Morón ya trabajan en el caso y le tomaban hoy declaración a dirigentes del sindicato para orientar la pesquisa e identificar a sospechosos que puedieran ser ideólogos o autores materiales del crimen.

Por su parte, la mujer de Orellana, Zunilda Monzón, aseguró hoy en el velatorio de su marido, realizado en el barrio Ferrari de Merlo, que no descarta "ninguna hipótesis" y pidió "que se haga justicia".

"Jamás tuvo problemas con nadie. Era la persona más buena que podría haber. Era un buen esposo, un buen padre, un hombre buenísimo", dijo la viuda.

"Esta muerte no tiene sentido porque era una persona que no se metía con nadie. Lo único que hacía era salir a trabajar todos los días", agregó.

Monzón relató que su marido tenía que pasar a buscar a su hija menor para llevarla al médico "pero nunca llegó".

"Como él siempre sale y llega al mediodía, pensé que se le había complicado algún trabajo en el camino. Me llamaron de la comisaría y me dijeron que estaba muerto", recordó.

Orellana fue encontrado asesinado ayer a las 8 en Magnolias y Colpayo, de Mariano Acosta, partido de Merlo, donde vecinos advirtieron la presencia sospechosa de una camioneta Isuzu estacionada cerca de un descampado.

Los vecinos se acercaron al vehículo y vieron el cuerpo de un hombre en el piso de la parte trasera, por lo que alertaron sobre lo ocurrido al personal de la comisaría de Mariano Acosta.

Cuando los efectivos arribaron al lugar hallaron el cadáver de Orellana, de 43 años, con un balazo en la cabeza a la altura de la sien.

De acuerdo con las primeras averiguaciones surgidas de la escena del crimen, los investigadores creen que Orellana fue asesinado dentro de la camioneta pero en otro lugar y que luego el vehículo fue abandonado por los homicidas donde se halló.

La última vez que Orellana fue visto con vida fue ayer a la mañana cuando salió de su casa del barrio Matera, de Merlo, en dirección a la casa de su hija, ubicada en las inmediaciones.

Para los investigadores, la víctima fue interceptada por sus asesinos en ese recorrido, ya que no tenía aparentes motivos para dirigirse hacia la zona de Mariano Acosta, bastante alejada de Matera.