La isla de Diego García es un territorio de ultramar británico que cuenta con unos 50 militares de Gran Bretaña estacionados allí.

El territorio británico, que es utilizado por las tropas estadounidenses como base militar en la región, cuenta además con 2 mil soldados norteamericanos.

Sin embargo, desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, esas islas pasaron a ser lugar de detenidos "por vuelos de rendición" en casos de sospechosos de terrorismo.

Un informe del Consejo de Europa publicado al comienzo de este año alertó que en Diego García, la Central de Inteligencia Estadounidense (CIA) tendría prisiones secretas y centros de detención donde se interrogan y torturan a sospechosos terroristas.

Además, organismos de derechos humanos denunciaron la complicidad de Londres con dichos actos ilegales en las islas, incumpliendo con tratados internacionales.

Según el diario The Independent, así como la prisión de Guantánamo recibió pedidos para un cierre definitivo, de la misma manera debería ocurrir con la isla del Indico y sus prisiones secretas.

Sin embargo, el pasado 26 de junio, el por entonces fiscal General, Peter Goldsmith, aseguró al Parlamento que en Diego García no se aplican torturas a prisioneros.

De todos modos, el diputado conservador Andrew Tyrie, le escribió esta semana una carta al Comité parlamentario de Asuntos de Exterior, para que investigue una supuesta colaboración británica con Estados Unidos en los llamados "programas de rendición" en Diego García.

"Hemos recibido repetidas denuncias acerca de que Estados Unidos ha utilizado el territorio británico de Diego García para su programa de rendición (de sospechosos de terrorismo). Y a pesar de esto, el gobierno británico no ha hecho nada para investigar", añadió Tyrie.