La esposa y los dos hijos del fallecido represor de la ESMA Héctor Febres comenzaron esta tarde a prestar declaración indagatoria ante la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, quien investiga la muerte por envenenamiento del prefecto, informaron fuentes judiciales.

Por su parte, el abogado Martín Orozco, uno de los defensores de los familiares de Febres, adelantó en declaraciones que pedirá la excarcelación de sus clientes.

La jueza federal no descarta que alguno de los indagados haya dado cianuro al prefecto el domingo último, cuando compartieron una cena en su celda de la delegación Delta de Prefectura, donde se encontraba detenido desde 1998, acusado por robo de bebés.

Claudio César Casio, abogado de la familia del ex represor Héctor Febres, afirmó este sábado que "es inverosímil" que sus defendidos "hayan participado en un crimen", mientras esperaba que sean indagados en el Tribunal Federal de San Isidro por la muerte por envenenamiento del subprefecto.

Casio se quejó porque Stella Maris Guevara, y sus hijos Ariel y Sonia fueron detenidos e incomunicados "apenas hallado el cadáver de su padre, sin siquiera poder hacer el luto y sin entender porqué".

El letrado dijo que lo "único" que conoce es "el hecho de la detención" de sus clientes, puesto que el carácter de secreto de sumario de la investigación le impidió conocer cualquier detalle.

En este marco destacó que lo primero que tendrán que hacer es notificarse en el juzgado respecto a "si les están achacando algo o si los detuvieron por seguridad".

El abogado aseguró que la indagatoria comenzó cerca de las 16, luego de que la justicia lo informe sobre la situación de la familia del ex represor y luego de que él y el otro letrado a cargo de la defensa, Martín Orozco, se reúnan con los familiares para conocer su situación.

Casio recordó que los familiares del ex represor tienen derecho a negarse a declarar y no descartó la posibilidad de solicitar su excarcelación.

Guevara y sus hijos, el prefecto Héctor Ariel y Sonia Marcela, serían los últimos que vieron con vida a Febres el domingo pasado, cuando compartieron una cena en su celda de la delegación Delta de Prefectura, donde se encontraba detenido desde el ’98 por robo de bebés.

Entre los detenidos se encuentran otros dos prefectos, Rubén Iglesias, jefe de la base Delta, y un oficial que custodiaba al ex represor, bajo la presunción de que habrían permitido a la familia cenar con su custodiado, lo cual no está contemplado en el régimen ordinario de visitas.

El lunes último, Febres apareció muerto por ingesta de cianuro en su celda, cuatro días antes de conocerse el primer fallo en su contra por torturas y privación ilegal de la libertad entre otros cargos.

Con su muerte quedó sin efecto el proceso que dejaba sentada la primera sentencia por los delitos cometidos en la ESMA, el centro clandestino de detención más emblemático de la última dictadura militar.

Fuente: Télam